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El Mallorca vuelve a vivir pendiente de la enfermería. El equipo balear se aproxima a una de las citas más influyentes de toda la temporada y lo hace de nuevo condicionado por los problemas físicos que afectan a una parte importante de su plantilla. David Cortés, Cristiano Doni y sobre todo Angelos Basinas se encuentran ahora mismo entre algodones y su presencia en el partido del domingo ante el Espanyol continúa rodeada de interrogantes. Los tres serán sometidos hoy a una serie de pruebas que determinarán el alcance de sus molestias, aunque sólo las previsiones más optimistas sitúan a los jugadores entre el grupo con el que Manzano afrontará el encuentro. La ausencia más significativa y la que más dolores de cabeza va a acarrearle al técnico jienense es sin duda la de Angelos Basinas. El centrocampista ateniense arrastra una lesión fibrilar de grado 1 en el aductor mediano del muslo derecho y pese a que todavía no se puede descartar su concurso, en el caso de llegar a tiempo a la cita lo haría con el depósito a medias y después de haber trabajado a un ritmo inferior que el de sus compañeros a lo largo de la semana. Sin embargo, su recuperación es una de las prioridades para el cuerpo técnico, sobre todo después de lo visto sobre el césped de Balaídos. Allí el Mallorca acusó una alarmante falta de liderazgo en la zona ancha y no encontró nunca una referencia válida a la hora de construir el juego. Y es que al heleno le han bastado un par de meses para destaparse como una pieza imprescindible para el cuadro insular. De hecho, los siete partidos en los que ha tomado parte desde su llegada coinciden con la mejor serie de resultados de toda la temporada, un dato revelador que pone de manifiesto la dependencia que sufre el equipo con respecto al internacional griego.

Angelos Basinas fue uno de los fichajes más sorprendentes del mercado de invierno, pero eso no le ha restado protagonismo, sino todo lo contrario. Recaló en la Isla a finales del mes de enero y aunque tardó más de lo previsto en debutar debido al amplio periodo de inactividad que había protagonizado, sus prestaciones fueron rapidamente reconocidas. Debutó con Cúper en el segundo tiempo del partido ante el Getafe y a partir de ahí fue un fijo en los esquemas de Manzano, con el que había estado presente en todas las jornadas. Su primera salida del once se produjo ante el Celta y aunque daba la impresión de que el equipo sobreviviría pese a su baja, no fue capaz de superarlo. El Mallorca, que se había apoyado en Pereyra y Doni, recayó en sus vicios más tóxicos y adoleció de todo tipo de criterio.

No obstante, los problemas de Manzano no acaban ahí. La primera de sus bazas a la hora de rellenar el hueco que deja Basinas sigue siendo Cristiano Doni, pero éste tampoco tiene garantizada su presencia frente al Espanyol. El transalpino padece una sobrecarga muscular en los gemelos de la pierna derecha y hasta hoy no se conocerá el verdadero alcance de su lesión. Si finalmente se confirma su salida del once el timón recaerá en manos de Borja Fernández o Farinós, que a su vez estrenarían titularidad con el nuevo técnico. De momento ninguno de los dos ha gozado de la confianza del preparador, pero teniendo en cuenta lo que se avecina, cualquiera de ellos podrían tomar la alternativa.