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La llave de la permanecia sigue guardada en Son Moix. El Mallorca camina en dirección a la fase más ácida del campeonato y aunque su colchón ha menguado considerablemente tras el último episodio liguero, sigue teniendo a su favor efactor campo. A falta de ocho encuentros para que la Liga baje definitivamente la persiana, el conjunto balear disputará un total de cinco encuentros como local en los que agotará casi todas sus opciones de continuar en Primera. Sobre el papel, las visitas a Palma de Espanyol, Alavés, Osasuna, Valencia y Zaragoza podrían ser suficientes para cubrir el gran objetivo del curso, aunque los isleños contarán aún con otros tres encuentros como foráneos que podrían subsanar cualquier posible tropiezo.

La otra cita marcada en rojo en este crucial mes de abril es la que coincide con la llegada del Deportivo Alavés. Antes de ejercer como anfitrión frente al club liderado por Dimitry Piterman el Mallorca disputará otra función decisiva en San Mamés, pero aquí podría disponer de cierto margen siempre y cuando rebañara después todos los puntos de casa. Y eso significa ganar al grupo vitoriano, que si por algo destaca es por su combatividad y por la defensa que está haciendo de su rango. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana los vascos arañaron un punto de su visita a Montjuïc y se han posicionado por encima del Mallorca gracias a su mejor diferencia de goles. En cambio, el conjunto de Mendizorroza cuenta con un lastre de cara a su duelo particular con los baleares, ya que éstos lograron allí una de las victorias más cómodas de todo el ejercicio y tienen en la mano la posibilidad de imponerse en el balance directo. Eso les impedirá sestear sobre el césped de Son Moix y les obligará a pisar el acelerador en una cita que se prevé como la más decisiva del mes. Dependiendo de los resultados previos, uno u otro podría agarrarse su continuidad en la elite y afrontar los últimos compromisos del campeonato con los deberes ya hechos. A continuación el Mallorca recibirá a un Osasuna plenamente implicado en la batalla europea, otra jornada ideal para tapar las posibles fugas que puedan provocar los alavesistas.

El cuadro periquito será el primero en desfilar por la base de operaciones de los baleares y lo hará con el depósito medio vacío. Después de sufrir en primera persona las consecuencias de un calendario interminable -hasta hace poco ha estado disputando tres competiciones- los catalanes siguen sin arrancar en el torneo doméstico y van a intentar amarrar cuanto antes la salvación para centrar en su gran cita de la temporada: la final de la Copa del Rey. En estos momentos la diferencia entre rojillos y blanquiazules es unicamente de un punto, por lo que el valor de los puntos en juego irá en un aumento a medida que se acerque la hora del partido. Además, existe otro factor que podría ser determinante a la hora de resolver un posible empate como es egolaverage directo entre ambas formaciones. En el duelo de ida el Espanyol se impuso por dos tantos a cero y si el Mallorca no logra igualar esa renta estaría obligado a rebasar la cantidad de puntos cosechadas por los de Miguel Àngel Lotina.