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Tiene las ideas muy claras y sabe perfectamente cuáles son las coordenadas que deben llevar al Aqua Mágica al ascenso. Mario Leonel Palma sueña con entrenar en la ACB y, pese a rechazar meses atrás una oferta de la máxima categoría del baloncesto español, se ha propuesto llevar a lo más alto al equipo presidido por Miquel Ramis. Lo hizo con la selección de Angola. Quería ir a unos Juegos Olímpicos... y acabó participando en dos. Un Mundial y una larga lista de títulos de liga y copa en Portugal, adornada con el galardón de Mejor Entrenador de Àfrica de 2005, hablan de la experiencia del técnico luso, que recoge el testigo dejado por Eloy Doce. Palma asume como «un reto personal» sentarse en el banquillo de Son Moix, y tiene claro que «hay equipo para luchar por el ascenso. Estamos bien situados en la clasificación, pero lo que realmente vale son los playoffs. Debemos llegar bien mentalmente y físicamente no estar fundidos. Esa es una de las claves para poder conseguir nuestras metas», explicaba el seleccionador angoleño y nuevo capitán de la nave balear.

La seriedad del Palma Aqua Mágica y la ambición del proyecto hicieron que se inclinara por su ofrecimiento de cara a dar de nuevo el salto a Europa. «Se nota que es un club con las ideas claras, y que quieren lo mejor para el baloncesto de Mallorca. Eso pasa por subir a la ACB, y lo sé. Yo sueño con entrenar en la ACB y por ello, ascender con el Palma es un desafío», admitía Mario, quien no niega que «será muy difícil, porque hay más equipos que buscan lo mismo que nosotros. No hay que confiarse y hay que tener paciencia».

El contacto con la plantilla será clave para calibrar las primeras impresiones sobre el equipo, aunque sus referencias son excelentes. «Me he informado y conozco a Santi Toledo, pero si están ahí arriba, es por algo. No tendrá secretos, el baloncesto es igual en todos los rincones del mundo y pronto nos entenderemos», comentó el veterano técnico, quien tendrá en Àngel Colino -segundo entrenador- a uno de sus principales apoyos a la hora de conocer a sus nuevos pupilos. «Cuando les vea entrenar, podré hacerme una idea, pero no podemos perder tiempo, porque el viernes tenemos partido y hay que ganar», afirmó con rotundidad.