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Han pasado 114 días. Desde que se impusiera a Ivan Ljubicic en la épica final del Masters Series de Madrid, Rafael Nadal no había vuelto a competir. Una lesión en el pie izquierdo le impidió jugar el Masters Series de París y la Copa Masters de Shanghai y le ha obligado a perderse la primera parte del curso 2006, incluído el Open de Australia. Casi cuatro meses después, el tenista mallorquín regresa al circuito ATP en el Torneo de Marsella. Hoy se medirá como primer cabeza de serie del cuadro con el belga Olivier Rochus, un rival asequible frente al que confía en volver a hacer vibrar a los aficionados. ¿Se acuerdan del gesto de la fotografía?

Los problemas no terminaron aquí ya que cuando Nadal intentó acelerar su recuperación para poder llegar al menos al Open de Australia, el primer Grand Slam de la temporada, se encontró que la nueva distribución de su peso le provocaba sobrecargas. El mallorquín tuvo que descartar competir en la cita de Melbourne y renunció por respeto al resto de compañeros participar en la primera eliminatoria de la Copa Davis que España perdió el pasado fin de semana ante Bielorrusia.

Rafael Nadal está teniendo muy mala suerte con las lesiones en su pie izquierdo. El balear es reincidente en las molestias en la zona del empeine. Su primera lesión importante se produjo en 2004 cuando estaba disputando el Torneo de Estoril. En plena competición tuvo que abandonar porque no podía resistir los dolores y los peores presagios se confirmaron unos días después. Emanacorí estuvo más de tres meses parado y se perdió Roland Garros y Wimbledon.

Por eso cuando terminó el Masters Series de Madrid saltaron todas las alarmas. Rafael Nadal había llegado a la cita española más importante del calendario con molestias en la rodilla, pero a medida que avanzaba la semana fueron remitiendo. El balear evidenció durante todo el torneo su capacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias y pese a que la prueba se jugaba en pista rápida y cubierta logró meterse en la final.

El partido del domingo 23 de octubre fue una locura. Tres horas y 52 minutos después del inicio de la final, Rafael Nadal había conseguido una victoria épica ante Ivan Ljubicic -remontó dos sets y terminó ganando en el tie break del quinto-, pero su pie izquierdo había vuelto a resentirse.

Nadal llevaba 11 títulos y tenía dos grandes citas por delante. Tuvo que renunciar a todo el calendario que tenía previsto, pero viajó a Shanghai porque no quería perderse la oportunidad de jugar su primera Copa Masters. En China no tardó en darse cuenta de que no podría competir. Su pie izquierdo se hinchaba cada vez que estaba más de media hora en la pista y tuvo que regresar a la Isla sin jugar.

La pretemporada 2006 ha sido una locura. Rafael Nadal se pasó casi un mes parado para que su pie se recuperara pero al intentar volver a ponerse a punto, las molestias reaparecieron. Angel Ruiz Cotorro, su médico de confianza, le diseñó unas nuevas plantillas para que el peso del cuerpo no castigara tanto la zona dañada. La operación se fue complicando, hasta el punto que el mallorquín tuvo que realizar un viaje a la sede de Nike para que le fabricaran unas zapatillas que aceptaran las nuevas plantillas.