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No hay tiempo para darle vueltas a una situación límite y el Palma Aqua Mágica ha obrado con celeridad para poner remedio a sus graves problemas. La contundente y dolorosa derrota ante el León (58-80) suponía el fin de la imbatibilidad en Son Moix y, a la par, el último capítulo de la era Doce. El club de Ciutat confirmó en la tarde de ayer la destitución el preparador asturiano, que seguirá ligado a la entidad en una función todavía por determinar, y la baraja de nombres de acotó. Mario Leonel Palma, actual seleccionador de Angola, ha sido el elegido para sentarse en el banquillo del Aqua Mágica y el viernes debutará en Melilla.

No en vano, se trata de uno de los preparadores más reputados del viejo continente y su hoja de servicios le convierte en una de las opciones más equilibradas que ofrecía el mercado. Toda vez que el ciclo de Doce ha tocado a su fin, será Palma el responsable de llevar a buen puerto la nave isleña. Tres derrotas contundentes y consecutivas (Drac Inca, Polaris World Murcia y León), pero por encima de todo la imagen ofrecida por la plantilla profesional ante rivales directos y la ausencia de recursos tácticos y soluciones a los problemas que acusa el bloque sobre el parqué, han provocado una salida rápida y un relevo en la dirección técnica que desde el pasado viernes se podía adivinar.

Mario Palma recogerá el testigo de Eloy Doce, que en cerca de tres campañas ha sido protagonista directo del crecimiento de la entidad. El gijonés selló el ascenso a Liga EBA y pasó tras ello a ser segundo de Fede Pozuelo (LEB2). Su despido llevó a Doce a dirigir al entonces Alcúdia en las series de ascenso a LEB. Sólo sumó una derrota -sin contar la final ante el Hospitalet- y logró la meta trazada por el club. Ese éxito le valió la renovación, pero los números han acabado sellando su finiquito después de un arranque y una primera vuelta espectaculares, en las que el Palma Aqua Mágica se instaló en la zona noble, y desde entonces no se ha movido.