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GRAN CANARIA 97
LLANERA MENORCA 77

GRAN CANARIA (25+19+28+25): Norris (11), Klein (5), Moran (20), Williams (10), Savané (18) -cinco inicial-, Gonzalo Martínez (5), Burgos (2), Guerra (6), Winston (18), Baldo (2) y Shaw.

LLANERA MENORCA (19+16+18+26): Krstic (12), Alberto Miguel, Stojic (10), Eley (9), Moss (17) -cinco inicial-, Yáñez (18), Kornegay (2), Stimac (5), Llorens (2), Sabaté y Reynés (2).

Àrbitros: Martín Bertrán, Alzuria y Terreros. Eliminaron por cinco faltas a Casey Shaw.

Xisco Cruz|LAS PALMAS

El Llanera ofreció en Gran Canaria su peor versión, ese perfil de equipo perdedor del que parecía haberse olvidado. Un ruinoso arranque de partido, la fuerza de Savané y los puntos desde el perímetro de Moran, arrastraron a un Menorca que sólo creyó en el triunfo en el inicio del tercer cuarto, cuando Eley emergió y Moss se sintió con fuerzas. Es la tercera derrota consecutiva y una advertencia de que la liga no concede mucho margen para el error.

Un tapón de Savané, un rebote en ataque de Williams, un triple de Moran. El Llanera abrió la cita en Las Palmas encajando bofetada tras bofetada, condicionado por su falta de fluidez en ataque y por la intensidad de Savané, que fue una pesadilla en el arranque. Sus tentáculos eran tan largos en defensa como al otro lado, y de sus acciones vivió el Gran Canaria en el inicio. Un par de mates del pívot de origen africano y los rebotes de ataque lanzaron a los de Maldonado, que se fueron a por el partido sin disimulo (7-2).

Alberto Miguel falló sus dos primeros tiros y Krstic padecía con la fuerza física de Norris, que fue un ciclón en el primer cuarto. En esas, sólo Stojic encontraba alguna vía hasta el aro rival, gracias a sus penetraciones (10-6). El Grupo Dunas cargaba con fuerza en el rebote y atrás se encomendaba a Savané que maniataba todos los ataques del Llanera. Unas veces porque obligaba a los pívots a lanzar forzados, otras porque cerraba el intento de doblar del balón de los bases, otras, simplemente, porque era capaz de taponar los tiros.