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MANRESA (27+13+18+12): Rafa Martínez (2), Laviña (16), Maravic (14), Ricci (11), Patterson (3) -cinco inicial-, Albert Oliver (12), Sánchez (-) y Riu (2).

MENORCA (20+14+1824): Krstic (14), Alberto Miguel (3), Stojic (7), Moss (15), Eley (4) -cinco inicial-, Reynés (7), Yáñez (12), Sabaté (-), Kornegay (12) y Stimac (2).

Àrbitros: Arteaga, Redondo y Martínez Díez.

Xisco Cruz|Manresa
El Llanera ha alcanzado la mayoría de edad, esa que adquieren los equipos de la ACB cuando también ganan fuera. El grupo de Segura, con un baloncesto valiente y atrevido en el último cuarto, venció en Manresa su primer partido lejos de Maó, el quinto desde que irrumpiera en la liga. La aparición de Moss y el talento de Reynés en los minutos decisivos le permitieron a los baleares seguir creciendo (70-76). Andaba el Ricoh Manresa con algunas urgencias y eso se notó desde el inicio. Ricci estaba muy intenso sobre Moss, y Patterson, en su intento por limitar a Eley, cometió tres faltas en apenas cinco minutos. Eso dio con un Llanera sin luces en ataque, algo que aprovechó el Manresa para correr. En esas, tras un triple de Miguel y la primera canasta de Stojic, el grupo local demarró (9-5). Fue gracias al atrevimiento de Laviña a la hora de penetrar y la solvencia al poste de Ricci, que encontró petróleo.

El Menorca no daba con la tecla en ataque y el Ricoh seguía corriendo, algo que le reportó grandes dividendos (19-12). El Llanera vivía de los tiros libres, pero su defensa era una broma. El balance defensivo no existía y el conjunto manresano aceleró sin disimulo (25-12) tras una antideportiva a Kornegay y cuatro puntos en ristra de Maravic. Sin embargo, cuando el equipo de Maó parecía languidecer, Yáñez y Stojic anotaron dos triples. Ese parcial de 0-6 y una canasta de Kornegay acercaron al Llanera, que cerró el primer cuarto en progresión pese a su sangría defensiva (27-20). El arranque del segundo parcial tuvo el sello de Kornegay, que decidió que había llegado el momento de rentabilizar su fichaje. Un mate, un par de tiros libres, una canasta bajo el aro... Con sus puntos emergió el Llanera, que firmó un parcial de 0-10 que le devolvió el gobierno de la cita (27-28). Fue Krstic el que tomó por entonces el relevo en ataque, a pesar de que el otro lado se encontró a un gran Laviña, que cerró el primer tiempo con un triple inverosímil al límite del tiempo (40-34, al descanso).

Pero lo que no entraba en los planes del Menorca era la irrupción de Maravic, casi inédito en el primer acto. El alero esloveno abrió el tercer cuarto con un dos más uno y una canasta de cinco metros, algo que volvió a relanzar al Manresa (45-34). El Llanera sólo encontraba a Moss, que firmó ocho puntos consecutivos en una aparición galáctica por el encuentro. Eso ayudó a los de Segura a volver al choque, a pesar de que Laviña y Oliver eran dos martillos desde fuera. El partido era muy denso , a pesar de que el cuarto acabó con un intercambio de canastas que dejó al Manresa con el margen que tenía (58-52). Los catalanes no estaban mucho mejor que el Menorca en ataque, pero tenían más opciones. Al tercer período el conjunto de García ya había atrapado 17 rebotes de ataque, algo que siempre le daba vida.