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No es un partido más. Es una cita con la historia y un momento para disfrutarlo al máximo, para exprimir cada posesión, cada canasta. El baloncesto mallorquín está de enhorabuena. Palma Aqua Mágica y Drac Inca, tercero y líder de la LEB, pondrán el colofón a una primera vuelta de ensueño... Y a una semana en la que lo deportivo ha pasado a un segundo plano para rescatar viejas rencillas que se han plasmado en la consecución de un horario. Gracias ello a las gestiones del Ajuntament de Palma, que en una negociación relámpago consiguió convencer al Drac Inca de la viabilidad del plan que su rival y Cort defendían. Al final, el salto inicial será a las cinco de la tarde y Son Moix aguarda el primer gran lleno de la temporada. El aficionado podrá dsifrutar del mejor baloncesto LEB y del fútbol de Primera. ¿Qué más se le puede pedir al choque? Pues, por ejemplo, que se vean dos de las mejores dinámicas de la categoría, o dos de sus jugadores más resolutivos. Porque en Antonio Reynolds y Robert Battle va a centrarse buena parte del esfuerzo defensivo de ambos equipos.

MVP y máximo anotador contra el reboteador y taponador por excelencia en un pulso entre un Inca que quiere cerrar este tramo como líder tras haber certificado su clasificación para la Copa Príncipe, motivo por el que regresará a Son Moix dentro de un mes. Para el Palma, es una cita clave. Apostado en el vagón de primera clase durante toda la competición, una derrota podría abrir una brecha de dos partidos respecto a su más inmediato rival y sobre un León que será su compañero de viaje en la Copa.

Se enfrentan, además, dos formas radicalmente opuestas de entender el baloncesto. Por un lado, Eloy Doce ha dotado al Aqua Mágica de una enorme solvencia defensiva. Es el mejor en esta faceta en toda la LEB -encajan una media de 68,4 puntos por partido-, pero en ataque son los menos contundentes dentro del perímetro que delimita las ocho plazas de playoff. Hombres como Pep Pacreu, Santi Toledo, Robert Battle, Juanma Ruiz o el propio Pedro Llompart, la última adquisición del Palma, encajan a la perfección en un bloque que saca jugo de la receta que les llevó al ascenso hace unos meses: una férrea defensa.