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En una categoría plagada de estrellas, de nombres con credenciales ACB y fichajes de lustre, el baloncesto mallorquín reclama su papel protagonista más allá de la pura clasificación. Un selecto grupo de baloncestistas mallorquines se han ganado a pulso un lugar en dos de los conjuntos punteros de la LEB y a la vez reclaman el apoyo de la hinchada en una cita historia, un partido «que hay que disfrutarlo», coinciden. Porque Alberto Alzamora, Pedro Llompart, Joan Riera e Israel Pampín son, por encima de todo, mallorquines protagonistas de la gran cita del deporte de la canasta. Tienen por delante la competencia resumida en nombres como los de Antonio Reynolds, Xavi Vallmajó, Pep Pacreu o Rod Brown, pero de cara a mañana, todos tienen ganas de gozar de minutos en el que han definido como «el más especial» de los muchos partidos que llevan disputados en sus largas trayectorias deportivas.

Sólo Llompart y Alzamora conocen las mieles de la ACB, y saben lo que cuesta llegar, pero por encima de todo mantenerse. El estado de gracia en el que viven inmersos Palma Aqua Mágica y Drac Inca invita «a aprovechar el momento», admite Alzamora, el más veterano del grupo e inconbustible capitán del conjunto de es Raiguer. «No podemos conformarnos con estar ahí, vivimos un momento histórico y este tren sólo pasará una vez», explica el portador desde hace varias campañas del dorsal número cuatro del Drac. Alzamora llegó al Patronato cuando el proyecto agonizaba y, por ello, sus palabras se deben tener en cuenta. Todos menos Llompart saben lo que significa este partido, todo un clásico ya, y no dudan en su trascendencia. «No es un partido más, pero no hay que darle más importancia, todos son importantes. Somos dos equipos de la misma Isla y por ello tiene más repercusión», explica Pampín, uno de los pocos supervivientes del ascenso del entonces Alcúdia. Alzamora enseguida sale al paso para recordar que «es una fiesta de nuestro deporte por encima de todo», aunque Pedro Llompart no esconde sus cartas. «Para nosotros es más importante que otros si cabe, pues no se nos pueden escapar en la clasificación», asevera el escolta recién aterrizado del Murcia, aunque es el Pamesa el que le ha cedido al Palma Aqua Mágica.

Todos ellos se deshacen en elogios hacia su rival, aunque la buena amistad que les une a todos ellos hace que ese pique sea menos intenso de lo que el entorno puede hacer ver. «En la pista puede ser una cosa, pero fuera, como amigos, que es lo que somos», recuerda Riera. Todos ellos coinciden en que la Copa Príncipe será «una buena oportunidad para examinarnos», pero a la vez no duda en afirmar que «será en los playoffs cuando todo se decida», dice Riera. «Todavía es muy pronto y la igualdad de esta liga no te permite bajar la guardia, aunque por el momento, ambos tenemos opciones», admite Alzamora, mientras Llompart asiente y comenta que «lo que vale es el final». Pampín ratifica esta tesis y pone como ejemplo la pasada temporada: «Acabamos sextos, nadie daba un duro por nosotros, pero llegamos mejor que el resto y al final, subimos. Nunca se puede decir nada», aclaró.