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Apenas recuperados de la resaca que dejó la jornada del miércoles, Drac Inca y Palma Aqua Mágica se reencuentran de nuevo con la competición. Y lo hacen en una cita de enorme peligrosidad dada su posición en la tabla. Los hombres de Eloy Doce han atrapado el liderato en solitario y frente al Plus Pujol Lleida (79-59) demostraron que van muy en serio en su primer asalto a la LEB. De la misma manera que los de es Raiguer, que pasaron el rodillo sobre el Calpe (75-89) y alcanzaron al León, a quien arrebataron el segundo lugar que había sido el hábitat natural del Aqua Mágica en las últimas semanas.

Pero el tiempo corre y la LEB no da tregua. Tres partidos en poco más de una semana pasan factura y la jornada está en marcha. El primero en saltar al parqué será el Aqua Mágica, que regresa a Son Moix (19 horas) cuatro días después de noquear a los Comas, Johnson, Tamames y compañía, y de acrecentar la crisis de un Lleida al que se le ha perdido el respeto.

En esta ocasión comparece La Palma, un equipo que ha sido el uno de los dos conjuntos capaces de superar al León y con el sello inconfundible de su técnico, Rafa Sanz, y que por el momento ha hecho los deberes. Un balance de 4-4 es su carta de presentación, y por lo visto en Inca -primera jornada, 79-77- va a plantear batalla al líder en su primera defensa de la condición de la que ha presumido a lo largo de la recta final de la semana. Dependen los canarios de la inspiración de Virgil, la muñeca de Francis Sánchez y la fuerza de Kruiswijk. Si a ello se le une la experiencia de los Edu Sánchez -ex Inca-, John Floyd -un histórico en Menorca- o Chima Valentine, y los números que pueda ofrecer Edwards.

Llega La Palma tocado a Ciutat después de que el remozado Huelva de Isma Torres les endosara un duro golpe en Miraflores (83-88) y les impidiera colarse en el vagón de primera clase junto a los CAI, Cantabria o Murcia. Por eso, y para evitar algún que otro disgusto, tienen claro que su oportunidad está en Son Moix.

Allí toparán con la pareja de moda en la LEB. Robert Battle y Shalawn Miller -este último flamante MVP- ya imponen sus galones en la pintura. Al primero le tienen miedo. Tapona, machaca el aro contrario y hace valer un físico impresionante. Miller hace menos ruido, pero la estadística le delata. El estadounidense se ha entonado y el equipo lo ha notado en un momento difícil bajo los tableros tras la lesión de Iker López. No pasa nada. La entidad firmará a otro pívot y el vasco ya está operado. En la Ruber de Madrid, precisamente.

Al margen de las típicas molestias fruto de la acumulación de minutos de juego y sesiones de entrenamiento, Doce vuelve a disponer de todo su arsenal para seguir haciendo historia y dar otro paso al frente hacia las series de ascenso. Esta es la liga del Palma Aqua Mágica y sus metas pasan por derrotar esta tarde a La Palma en un partido que debe hacer que las gradas del Palau registren una entrada a la altura de las prestaciones que está ofreciendo el cuadro celeste.

Oportuno
No menos pletórico llega el Drac Inca al fin de semana. Seis victorias en ocho partidos son una buena noticia para un equipo que ha variado de manera ostensible su discurso respecto a su anterior etapa en la segunda categoría del baloncesto español. El peso de la historia impone y los gualdinegros tienen ante sí una cita con el destino. Se desplazan a Lleida para intentar ahondar en la herida del Plus Pujol en Barris Nord (19:30 horas). Allí pasó como un huracán el Calpe (54-74), para prolongar esta crisis en Palma. La crispación del ambiente juega en contra de los de la Terra Ferma y puede ser beneficiosa para el Drac Inca, que intentará sacar provecho de la crisis de juego y resultados que puede acabar con Andreu Casadevall en la calle. Y no será por falta de efectivos. Jaume Comas, Alex Urtasun o Rickert recuerdan que su lugar está un peldaño por encima de la LEB, aunque la realidad de los catalanes pasa por un 3-5 que les ha llevado a firmar un inicio desolador, sólo superado por un Melilla (0-8) caído en desgracia.

La euforia es un síntoma común en Inca. Jagla llegó y convenció, aunque le faltan minutos, y Antonio Reynolds pide paso en los ránkings. Si Rod Brown carbura, es dificil detenerles, aunque los problemas físicos son la cruz de un equipo que se ha fijado como meta estar en la Copa Príncipe de Asturias, que se tendrá Palma como sede. Stacey padece molestias en el abductor, de la misma manera que la espalda de Jagla se resiente del tremendo esfuerzo realizado en las últimas semanas. El tobillo de Alzamora no ha mejorado y Galarreta tampoco está al cien por cien, aunque la buena noticia es la espectacular evolución de Rogelio Legasa. Pero todos estarán en Lleida y aportarán su grano de arena para prolongar el sueño inquense en la categoría de plata. Siempre a la expectativa de poder aprovechar un tropiezo de Palma o León para redondear la campanada.

El grupo inquer ha sacado adelante sus compromisos echando mano de todo su repertorio y ahora, con el respeto de las lesiones, puede disponer de un conjunto compensado y con pocas fisuras, ya que su plantilla presenta recursos suficientes para tratar de desequilibrar un partido controlando los diferentes aspectos del juego.

La ansiedad del Plus Pujol Lleida puede convertirse en un aliado para los intereses de los mallorquines y una prueba de fuego para calibrar las prestaciones del conjunto inquer en una pista de la que muy pocos podrán salir con una victoria teniendo en cuenta los objetivos marcados por la escuadra catalana. Manejar el tempo del encuentro y dosificar la tensión serán una parte fundamental del juego en la que el Drac también deberá demostrar su capacidad para desequilibrar.

El equipo de Es Raiguer quiere hacerse fuerte en su privilegiada segunda posición e intentará hacerlo ante un tramo del calendario en el que sus cruces se presentan aún más complicados. El Plus Pujol Lleida es una prueba de ello y un incentivo para demostrar que el lugar que ocupan los mallorquines en la tabla podría convertirse en un hábitat natural que antaño le podría haber producido un vértigo que parece destarrarse del diccionario que manejan los inquenses.