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BÉLGICA: Proto, Vanden Borre, Hoefkens, Van Buyten, Deschaht; Vanderhaeghe, Buffel, Simons, Goor; Mbo Mpenza y Emile Mpenza.

Cambios: Deflande por Vanden Borre, Walasiak por Buffel y Pieroni por Mbo Mpenza.

ESPAÑA: Iker Casillas; Salgado, Marchena, Puyol, Antonio López; Joaquín, Xavi, Albelda, Vicente; Raúl y Fernando Torres.

Cambios: Villa por Joaquín , Reyes por Vicente y Baraja por Fernando Torres.

Goles:
1-0, Min. 56 Torres.
2-0, Min. 59 Torres.

Àrbitro: Lubos Michel (Eslovaquia). Mostró cartulina amarilla a Vanden Borre, Simmons y Deschacht de Bélgica y a Salgado, Albelda, Villa, Torres y Xavi de España.

Incidencias: Estadio Rey Balduino. 40.000 espectadores, 12.000 de ellos españoles.

Luis Villarejo|BRUSELAS
Fernando Torres, con sus dos goles, aseguró la repesca a España, siempre y cuando gane en San Marino el próximo miércoles, y, por tanto, las opciones de poder estar en el Mundial de Alemania, tras poner en práctica con éxito Luis Aragonés en el segundo tramo su plan B, una alternativa táctica nueva, que no pudo soportar la selección de Bélgica.

La conexión Reyes-Torres fue providencial. Y en dos arreones, España salvó los muebles. Fernando Torres, por fin, explotó en la selección. Lo necesitaba. Jugaba con demasiada ansiedad. Llevar el nueve en la camiseta le ha pesado mucho. Seguramente porque cuenta con demasiados focos que le alumbran y le asedian. Pero por fin llegó su día. En 22 partidos había marcado hasta la fecha sólo tres goles. Hoy en uno solo, hizo dos. En un día especial. Una noche donde había que dar la cara. Y donde el partido estaba cuesta arriba.

Le hacía falta a esta generación de la 'playstation' un día feliz. Una noche de gloria. Y el tándem Reyes-Torres la disfrutó en Bruselas, con una atmósfera de chicos jóvenes en la grada, estudiantes del programa Erasmus que salieron a celebrar el triunfo por la ciudad.

España no jugó bien en el primer tramo. Todos sus jugadores estuvieron por debajo de su nivel. Le costó a España crear juego, con Xavi, más imperfecto de lo normal, con Simons, el guardián belga del PSV, encima de él. Y con escasa relevancia en el juego de Joaquín, de Albelda, de Vicente, de Raúl, de Torres. De casi todo el equipo, en suma.