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El finlandés Kimi Raikkonen (McLaren Mercedes) ganó el Gran Premio de Hungría, disputado en el Hungaroring, que dejó de ser la pista talismán del español Fernando Alonso (Renault), undécimo y fuera de los puntos, aunque sigue liderando el Mundial, con 26 puntos de ventaja. Raikkonen ganó por delante de los hermanos alemanes Michael (Ferrari) y Ralf (Toyota) Schumacher. Este último volvió a incidir de forma negativa en la trayectoria de Alonso, al tocarle en la arrancada, provocándole la rotura del alerón delantero. Kimi acertó en la accidentada salida que fue mala para Fernando, al que taponó Ralf, antes de obligarle a parar inmediatamente para recuperar la citada pieza, que saltó por los aires y que más tarde puso fin, de forma tempranera, a la carrera de David Coulthard, cuyo bólido se salió de pista tras golpear las piezas caídas del R25.

El escocés abandonó instantes después de que su compañero el austríaco Christian Klien quedara fuera de combate tras dar una aparatosa vuelta de campana en la primera curva, en un arranque nefasto para los intereses de Red Bull. De esa forma, Alonso comenzó la carrera, a partir de la segunda vuelta, en el decimoséptimo puesto. Por delante, Michael mantenía la cabeza de carrera, con Raikkonen marcando las primeras vueltas rápidas de la misma por delante de su compañero Montoya, cuyo coche tuvo que ser retocado en la parrilla, después de llevarse por delante un generador de refrigeración del bólido del inglés Jenson Button (BAR-Honda), quinto hoy, por detrás del italiano Jarno Trulli (Toyota). Kimi paró en la undécima vuelta, dos antes que Jarno y cuatro antes que Schumacher, cediendo el liderato a Montoya, que en la vuelta 20 lideraba con 19,2 segundos sobre Schumi y 20,8 sobre Kimi; con Button cuarto, a 32; y los Toyota de Ralf y Trulli a 35 y 39. Momentos en los que Alonso era decimocuarto, a un minuto y 16 segundos de la cabeza de carrera.

En la 22 paró el colombiano de la escudería McLaren, que estrenó patrocinio de una conocida marca de whisky, en sustitución de otra de tabaco. Montoya fue superado en el pit-stop por Schumacher y Kimi y al parar más tarde Button, los Toyota se colocaron cuarto (Ralf) y quinto (Trulli). Fernando hizo su parada poco después del error de Barrichello, que cedió el paso a Fisichella, quien le devolvería el favor con un paseo por la hierba más adelante, y perdió dos puestos en una entrada en garaje en la que sus mecánicos se olvidaron un bote de limpieza y un rollo de papel que pisó el ovetense con su rueda trasera derecha, sin mayores incidencias. Las cosas no iban bien para los intereses del piloto asturiano y la situación apenas se enderezó. Por delante, Kimi presionaba a Schumacher, que cruzó el ecuador de la prueba con cinco décimas sobre el finés, pero entró en box inmediatamente después y le cedió el liderato, que el nórdico traspasó a su vez a Montoya al entrar a repostar una vuelta más tarde. A falta de 30 vueltas, Montoya lideraba con 6,8 segundos sobre el finés, 19,4 respecto a Schumi, con Ralf a 33,8 y Trulli, quinto, a 43,5. Alonso rodaba duodécimo antes de que se produjera el abandono de Montoya. Kimi, que paró de nuevo en la 48 y le llevaba más de medio minuto al «Kaiser» a falta de diez giros, condujo victorioso hasta meta, capturando el cuarto triunfo del año y el sexto de su carrera en F-1, el día de su primer aniversario de boda. Schumacher, que el sábado había firmado la «pole» situándose a tiro de uno del récord que aún detenta el malogrado Ayrton Senna se conformó con la segunda plaza, por delante de Ralf, que celebró su primer podio en Toyota.