TW
0

Adrián R. Huber|ALEMANIA
El español Fernando Alonso (Renault) dio un paso de gigante en su afán por ganar el Mundial de Fórmula Uno tras ganar el Gran Premio de Alemania, duodécima prueba del campeonato, en la que obtuvo su sexta victoria del año, delante del colombiano Juan Pablo Montoya (McLaren), autor de una colosal remontada, en la que subió del último al segundo puesto. Alonso, que en las once carreras anteriores ganó los Grandes Premios de Malasia, Bahrein, San Marino, Europa y Francia; fue segundo en España y Gran Bretaña; y también subió al podio en Australia, firmó ayer la séptima victoria de su carrera -la primera fue la de Hungría, en 2003- y amplió a 36 puntos su ventaja sobre el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren Mercedes), retirado a mitad de una prueba que lideraba, a causa de un problema hidráulico.

Fernando, que cumplirá 24 años el viernes, optimizó de nuevo los recursos de su Renault, aprovechó un nuevo fallo del McLaren de Kimi y subió otra vez a lo más alto de un podio que se ha convertido esta campaña en lugar de visita obligada una vez acabada la carrera.
La prueba comenzó siguiendo con exactitud los pronósticos de los dos principales actores de este Mundial: Kimi contuvo desde la «pole» el ataque Fernando, que salió tercero, pasó, como era de esperar a Button, e intentó superar -sin éxito- al finlandés por el exterior de la primera curva. Buena fue también la salida de Michael Schumacher (Ferrari), que pasó del quinto al tercero. Al revés que la de Giancarlo Fisichella, el compañero de Alonso en Renault, que salió junto a él en la segunda fila y perdió cuatro puestos antes de convertirse en protagonista y acabar recuperando al final su posición de partida.

Montoya, herido en el orgullo tras el error del sábado, salió con el cuchillo entre los dientes y ganó de golpe nueve puestos en la primera vuelta. No fue menos fulminante la salida de Raikkonen, que tal y como había anunciado tras la cronometrada, salió a saco, lanzado, marcando las primeras vueltas rápidas de una carrera que se inició con la incertidumbre de si llovería o no, pero aparte de un goteo previo, no hubo más precipitaciones en la pista de Baden- Wuerttemberg. Por detrás, Montoya tardó poco en colocarse en zona próxima a puntos -le taponaba Fisichella, octavo- y en el décimo tercer giro, tras haber iniciado los primeros doblajes, Raikkonen circulaba con seis segundos y una décima de ventaja sobre Alonso y con algo más de trece respecto a Schumacher; con Button, cuarto, a 16. Button paró por primera vez tras la 20, cuando Alonso rodaba a 8,4 segundos de Kimi; y con las primeras entradas en garaje «Fisico» subía al cuarto, con Montoya ya en quinta posición provisional.
Superado el ecuador del duodécimo Gran Premio de la temporada, tras la trigésima cuarta de las 67 vueltas, el finés lideraba con 11,3 segundos de ventaja sobre Alonso y 34.9 respecto a Schumacher, pero cuando parecía que Raikkonen pilotaba hacia una victoria segura, su McLaren Mercedes se paró por un problema hidráulico, prolongándose su racha negativa en la pista alemana. Button, que ya lo hizo bien el año pasado en este circuito, dio cuenta de Schumacher paró en la 48, «Fisico» en la 50 y Montoya, que circulaba momentáneamente en segunda posición, mantuvo ese puesto tras su segundo «pit-stop», en la 56. Una vuelta después, a falta de diez, circulaba a medio minuto de Alonso, con Button tercero, a 34 segundos y Schumacher cuarto, a 47, por delante de un Fisichella que le declaró la guerra y le superó en la penúltima vuelta. El «Kaiser», siete veces campeón del Mundo, se conformó con ser quinto, por delante de su hermano Ralf. Y al fin conoce el nombre de su sucesor en lo alto de la categoría reina del motor: Fernando Alonso.