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Dos históricos, el Cádiz como campeón y el Celta, cumplieron con los requisitos que exigía la última jornada de Liga para consumar el ascenso y acompañarán a Primera División al Alavés, que selló su subida la semana pasada. El cuadro gaditano, que ha disfrutado de una progresión meteórica en los últimos años, después de estar sometido a las penurias económicas y deportivas que le alojaron en el pozo de Segunda B, ha retornado a la máxima categoría trece años después. Su última aventura entre los grandes data del curso 1992-93, cuando terminó decimonoveno.

El Cádiz, dirigido en el banquillo por el uruguayo Víctor Espárrago, ha dejado atrás los malos tiempos a lo grande. Con un claro triunfo en el feudo de su máximo rival deportivo, el Xerez (0-2) y como campeón de la categoría, bendecido por la derrota en su estadio del Alavés, que cayó en Mendizorroza ante el Sporting en una jornada festiva. En noventa minutos de jolgorio por un éxito logrado hace una semana. Más breve ha sido la ausencia en Primera División de los dos acompañantes del bloque gaditano. El Alavés vuelve a estar entre los grandes dos años después. El Celta sólo ha estado uno al margen de la elite del fútbol español.

El Celta de Vigo logró, esta vez sí, de forma definitiva, el segundo ascenso a Primera División en el plazo de quince días, tras imponerse ayer por 0-2 al Eibar en el Camp d'Esports. La decisión del Comité de Competición, ratificada por el de Apelación, de sancionar, tras la denuncia de Recreativo de Huelva, Cádiz y Alavés, con la perdida de tres puntos al conjunto gallego, obligó a los vigueses a un nuevo esfuerzo, tras dos intensas semanas en las que el celtismo paso de la euforia al desasosiego.