El argentino Javier Saviola celebra un gol con la camiseta del Barça.

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El sueño de Vicenç Grande ya tiene rostro: Javier Saviola (Buenos Aires, 1981). El delantero argentino del Barcelona, que la pasada temporada militó en el Mónaco en calidad de cedido, es el «crack» mediático que persigue el nuevo presidente del Real Mallorca para liderar su proyecto 2005-06. El futbolista, que se encuentra con su selección en Alemania disputando la Copa Confederaciones, figura en la lista de la secretaría técnica y es un futbolista que agrada a Héctor Cúper. La operación, sin embargo, se antoja complicada. La doble nacionalidad que tiene desde la pasada campaña -no ocupa plaza de extranjero- le convierte en uno de los jugadores más cotizados del verano. Su nombre aparece también en la agenda de Atlético, Valencia y Deportivo. Su caché ronda los 1'7 millones de euros por temporada, una cifra que no está al alcance de la SAD balear a pesar de que los nuevos gestores se muestran dispuestos a asumir riesgos «dentro de nuestras posibilidades», según recordaron ayer en el consejo de administración.

Las buenas relaciones que mantiene la directiva balear con Joan Laporta, la presencia en el banquillo isleño de Cúper y el ostracismo del jugador son puntos que juegan a favor. Precisamente ayer el presidente azulgrana se reunió con el agente del jugador, Alfredo Cabrera Brizuela, para hablar de su futuro. Cabrera Brizuela visitó ayer las oficinas del Barcelona para poner sobre la mesa la postura que mantiene su representado, con dos años más de contrato, y conocer de primera mano la opinión del club. Rijkaard ya ha dejado claro que no cuenta con él.

No es la primera vez que el nombre de Javier Saviola apunta al Mallorca. La pasada temporada, el conejo era uno de los jugadores incluidos por el Barça en la operación de Samuel Etoo. Finalmente, el futbolista optó por marcharse al Mónaco, donde explotó todo su olfato goleador con 17 tantos en las tres competiciones. Saviola debutó en Primera con 16 años. Después de ser máximo goleador del Apertura'99 con 18 años, en el verano de 2001 se convirtió en el fichaje más caro del Barça (pagó 6.000 millones de pesetas). A pesar de su capacidad (44 goles en tres campañas), Rijkaard le borró de su pizarra. Ahora, su nombre figura en el mercado y el Mallorca no quiere desaprovechar la oportunidad. Aunque será complicado.