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La ovación que Héctor Cúper recibió a su entrada en la sala de prensa del estadio de Son Moix estaba plenamente justificada. El argentino había culminado una nueva gesta en su periplo bermellón con la salvación del Mallorca. «Es una noche extraordinaria, muy especial. Te vienen a la cabeza todos los recuerdos, en especial los de los malos momentos, pero el equipo ha hecho un milagro, que se puede creer porque habíamos tocado fondo y la unión de la plantilla nos ayudó a seguir adelante y los jugadores respondieron cuando las cosas se pusieron cuesta arriba».

Cúper fue contundente al afirmar que «el equipo ha resucitado en todos los sentidos. Vivimos momentos difíciles, pero insisto en que el equipo hizo piña, nos hemos levantado, pero no sólo nosotros, porque mucha gente ha sufrido a nuestro lado». De la misma manera, explicó que la de ayer fue «una de las finales más especiales, no la podía perder por lo que había en juego, nada más y nada menos que la permanencia en la Primera División».

Al mismo tiempo, el inquilino del banquillo de Son Moix no quiso olvidarse de los directivos, cuyo apoyo fue básico en los peores momentos de la temporada. «Quiero también agradecerle al presidente, Mateu Alemany, que como todo el consejo de administración nos apoyó en todo momento, pero cuando flaqueábamos más todavía. No me quedan muchas más cosas que decir» (aplausos).

Tras la interrupción, el preparador de Chabas recuperó aliento y admitió con emoción en sus palabras que «sabía que el Levante iba ganando, pero los jugadores, no. Les pedí que no estuvieran pendientes de nada que no fuera el partido ante el Betis, y centrarse en lo que debíamos hacer, que era sacar adelante el encuentro y asegurar la ventaja de la que disponíamos. Nos había costado mucho tiempo y esfuerzo poder depender de nosotros mismos a noventa minutos para la finalización de la Liga y no podíamos desaprovechar la ocasión, debíamos echar el resto y hacer un último esfuerzo».

Interrogado sobre el futuro de la plantilla, Cúper exhibió una la euforia que llevaba contenida desde que el pitido final provocó el inicio de la gran fiesta mallorquinista. Aunque con la moderación que le define en cada una de sus apariciones, algo que ayer tuvo que aparcar durante unos instantes. Pero parecía ser que el futuro de Yoshito Okubo era lo que más preocupaba a los medios, en especial a los nipones que cubrieron el partido más trascendental de la temporada. «En este momento, los quiero a todos, es la mejor manera de agradecerles todo el trabajo que han hecho en las últimas semanas. De Okubo, ya tendremos tiempo de hablar más adelante, este no es el momento», puntualizó.

Como recompensa por el sacrificio realizado por los profesionales y el resultado que les ha valido la salvación, Héctor Cúper ha dado libre a sus jugadores hasta el martes, cuando se reencontrarán con la actividad con la tranquilidad de haber saldado la cuenta pendiente que han tenido durante buena parte de la temporada, pero en especial en esos veinte fatídicos minutos en los que el Real Mallorca flirteó con la Segunda División.

Satisfacción
En el otro bando, la alegría también estaba al orden del día. El rostro de Llorenç Serra Ferrer reflejaba la satisfacción por el deber cumplido y haber hecho historia. El técnico pobler recalcó que el marcador de ayer «era el resultado ideal. Perfecto, porque me satisface y también quiero felicitar al Mallorca, porque ha sabido aguantar y así merece estar en Primera División, entre los grandes. Como mallorquín, es un orgullo y un motivo de satisfacción. Pero también me alegro por el Betis, ya que jugará la Liga de Campeones por primera vez y todavía disponemos de la opción de ganar un título como la Copa del Rey». Sobre la tensión repartida en diferentes campos, Serra explicó que él sólo estaba pendiente de lo que acontecía sobre el verde de Son Moix. «Ha sido un partido angustioso por fases, en el que interesaba el marcador por encima del juego. Pero cuando vimos que el Sevilla perdía, tuvimos la tranquilidad para afrontar lo que nos quedaba» añadió el veterano entrenador balear, quien deseó de cara al futuro «lo mejor al Mallorca, tantos años ahí arriba son síntoma claro de que esto funciona, pero permítanme que hoy -por ayer- disfrute de lo que estamos consiguiendo en el Betis, que puede tener la puntilla si ganamos la Copa del Rey», apostilló un Llorenç Serra Ferrer contento por las prestaciones que sus hombres han ofrecido a lo largo de las 38 jornadas.