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En Alcúdia son conscientes de que el ascenso es un hecho que sólo espera a adquirir forma definitiva este mismo viernes (20:30 horas). Los de Eloy Doce reciben a un Burgos herido de muerte (0-2) y dos con ocasiones para sentenciar su ascenso a la LEB-1, cumpliendo la meta encomendada por la entidad en el arranque del curso. El resultado parcial no ofrece discusión, más cuando los de Oliete llegaban a los play offs con el cartel de favoritos -por segundo año consecutivo- y parece que se deberán conformar con ser de bronce. Las lesiones y el agotamientos físico y psicológico han llevado a los castellanos a aterrizar en Mallorca con el cartel de víctimas, pero para salir al paso de la euforia que se ha generado, Eloy Doce recuerda que «con un dos a cero no se asciende, pero no podemos desaprovechar esta oportunidad. Hemos dado un paso al frente, pero no el definitivo. Nos falta sumar una victoria más y no debemos bajar la guardia».

Mejorar en ataque y mantener los conceptos defensivos son dos de los argumentos que deben sellar la victoria de un Alcúdia que reclama el apoyo de toda la afición de Mallorca. Para ello, el club ha fijado el precio de las entradas en un euro y tanto jugadores como el propio técnico desean «que el pabellón esté a reventar. Se tiene que llenar y la presión ambiental debe ser clave para derrotar al Burgos una vez más y celebrar el ascenso». A Doce no le acabó de agradar la actitud de José Luis Oliete, técnico del Burgos, quien se negó a saludarle antes del primer partido. El preparador le resta importancia a lo que considera «una mera anécdota».

La profundidad del banquillo balear contrasta con la repleta enfermería del Burgos. Es en la rotación donde el Alcúdia marca la diferencia. Pero estas series -Pozuelo y Burgos- han servido para que algunos efectivos se reivindiquen. Es el caso de Raúl Mena. «Está que se sale. Defendió a Smith a la perfección, es un jugón, lo que necesitaba era un poco de libertad», destaca Doce, quien confía en que «no haya nervios o ansiedad. Allí no nos pudo la presión y en casa debemos ser más fuertes todavía. Si mantenemos nuestra dinámica, no vamos a fallar». Eloy cuenta con todos sus efectivos y la moral del vestuario está por las nubes tras imponer sus galones. «Ahora, hay que rematar», apostilla.