TW
0

Desde que cogió una raqueta por primera vez todos sus pasos han conducido hacia la Bois de Boulogne. Ha sido niño prodigio, adolescente precoz y amenaza con convertirse en una de las leyendas en activo del tenis mundial. Su trayectoria en 2005 le convierte en el máximo favorito para alzarse con la Copa de los Mosqueteros en la que va a ser su primera participación en Roland Garros, algo que sólo ha conseguido antes Mats Wilander, en 1982.

A cualquiera al que compararan con mitos como Bjorn Borg, Jimmy Connors, John McEnroe, Guillermo Vilas o Mats Wilander le entraría vértigo. Pero los comentarios y apuestas no pueden superar la coraza de humildad que su entorno ha construido alrededor de Rafael Nadal. Ya es el quinto mejor jugador del mundo pero emanacorí sólo habla de respeto hacia todos los rivales, de que su objetivo simplemente es superar la primera ronda.

Mientras sus palabras dicen una cosa, su juego habla de algo totalmente diferente. Llega a París con la mejor racha sobre tierra batida y sin perder desde hace casi dos meses. Ha ganado cinco torneos este año sobre polvo de ladrillo (Costa do Saouipe, Acapulco, Montecarlo, Barcelona y Roma) y se ha mostrado muy superior a todos sus rivales.