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La desafortunada lesión de Juan Arango ha trasladado a un segundo plano la actualidad deportiva del Mallorca, pero lo cierto es que al equipo de Héctor Raúl Cúper todavía le quedan 9 jornadas por delante para buscar el milagro de la permanencia. El tropiezo del domingo frente al Sevilla ha desnudado más todavía a la plantilla rojilla, que sigue a siete puntos de la permanencia aunque con menos margen de maniobra. Además, la clasificación momentanea resulta engañosa, ya que Osasuna, su rival más cercano en la clasificación, descansó este fin de semana porque tenía que medirse al Villarreal -los castellonenses jugaban el domingo la Copa de la UEFA- y cuenta con un partido menos que los bermellones. Lo cierto es que el partido ante el Sevilla ha supuesto la confirmación de que el Mallorca tiene pie y medio en Segunda y así lo entienden ya la mayoría de los aficionados, que abandonaron el estadio el pasado domingo con la sensación de que se había cerrado uno de los ciclos más importantes del club en Primera.

A pesar de todo, la plantilla y el cuerpo técnico se niegan publicamente a bajar los brazos y aseguraron tras la última derrota que el equipo debe aferrarse a todas las posibilidades que le quedan, pero en buena parte del entorno ha cundido el desánimo. Para colmo, el parón al que se ve sometida la competición por los compromisos de la selección española no va a hacer más que prolongar la agonía del conjunto rojillo.

Ayer los futbolistas rojillos disfrutaron de una jornada de descanso, pero hoy retomarán de nuevo la actividad. Los jugadores están citados a las 10.30 horas en la ciudad deportiva Antonio Asensio y a pesar de la lejanía del próximo encuentro, empezarán a preparar el asalto al Calderón, su nuevo desafío. Para mañana y pasado, Cúper ha dispuesto también una doble sesión de trabajo y la plantilla unicamente disfrutará de descanso durante el fin de semana. El próximo desafío del Mallorca se ubica en el estadio Vicente Calderón. El once de Cúper intentará dar allí un salto de calidad ante un Atlético de Madrid que se jugará su futuro europeo y deberá reponerse de todos los golpes recibidos para prolongar la ilusión.