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Se mueve entre extremos, con un discurso salpicado de palabras contradictorias. Desde la preocupación hasta la confianza, pasando por la inquietud o el ánimo, Vicenç Joan Grande Garau (Pont d'Inca, Marratxí, 1952) no arroja la toalla porque «no entra en mi vocabulario» y cuando se le menciona la palabra descenso, frunce el ceño: «No insistas por ahí, no perderé ni un segundo de mi tiempo en hablar de Segunda División, de si vamos a hacer esto o lo otro, de si seguirá éste o aquel, de si... Debemos apurar todas las posibilidades e intentar transmitir confianza», apuntó ayer a este periódico el vicepresidente y máximo accionista del Real Mallorca S.A.D. Grande mira por el retrovisar para inyectar una dosis de oxígeno al mallorquinismo: «Quedan 30 puntos y la pasada temporada conseguimos 19 en las diez últimas jornadas. ¿Por qué no vamos a repetirlo?. Lo que no podemos hacer nunca es bajar la guardia porque si lo hacemos, estamos muertos». Grande coincide con la opinión que expresó ayer Marcos Martín: «Estoy de acuerdo. Hay que dejarse la piel en el campo. Si las cosas no salen, mala suerte, pero no podemos repetir lo que ocurrió en Santander. Me quedo, por ejemplo, con el partido ante la Real Sociedad, en el que remontamos el marcador en dos ocasiones».

El promotor inmobiliario lanza un mensaje de optimismo: «Si ganamos los dos próximos partidos, nos salvaremos. De eso estoy seguro. Pero no podemos perder el tiempo en hablar de la Segunda División porque todavía estamos vivos en Primera. Es complicado, de eso no hay duda, pero la receta pasa por luchar en cada partido, tener un poco de suerte en momentos puntuales y ganar partidos. Dependemos de nosotros, pero hay que estar mentalizados de sufrir en cada encuentro». La afición también jugará un papel fundamental en los seis encuentros que disputará el Mallorca en Son Moix: «Entiendo que la grada esté dolorida y preocupada y dolorida porque yo lo estoy. Pero ahora es cuando el equipo necesita más que nunca el apoyo de la afición porque los jugadores se van a dejar la sangre por los colores rojinegros. En estos casos lo más cómodo es no ir pero el hecho de no ir al campo no mplica que nos salvemos. Como en Fuenteovejuna, todos a una», apuntó.

Grande cortó de raíz todos los comentarios surgidos en torno al futuro de Héctor Cúper: «Ahora nuestro único pensamiento debe estar enfocado hacia la salvación. Héctor Cúper tiene dos temporadas más de contrato y espero que esté muchos años más con nosotros». El vicepresidente ve al míster «preocupado por la situación» y por ello considera que es beneficioso «quitarle presión». A la hora de depurar responsabilidades o de señalar a los culpables, apuesta por esperar a que finalice la temporada: «Ya habrá tiempo para analizar qué ha sucedido pero ahora es el momento de sacar la espada para la guera, no de curar a los heridos. El único objetivo es la permanencia porque ya ha pasado el tiempo de marcarse metas. Para ello necesitamos la colaboración de todos los aficionados».