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La euforia del derbi mallorquín y sus consecuencias para el Alcúdia aún colean por la localidad del Nord de Mallorca. El 77-67 y el haber cazado en la clasificación a su rival ha supuesto un cambio radical en la actitud de un vestuario plenamente convencido de sus posibilidades. De hecho, el triunfo ante el Drac Inca les llevó a recuperar sus mejores sensaciones y una plaza entre la élite de la categoría de bronce.

La oportunidad para ratificar su condición llega esta tarde (18:15 horas) en una cancha relativamente asequible. El Rayet Guadalajara, tercero por la cola (5-13), estrena nuevo inquilino en su banquillo tras la marcha de Aurelio Zapata y no puede permitirse más licencias si no quiere verse condenado al infierno. Después de siete años en el club, Zapata dede su lugar a Raúl Jiménez, quien tendrá en el Alcúdia a un rival de entidad para conocer de primera mano las prestaciones de sus hombres, que la pasada jornada rozaron una de las sorpresas de la jornada al caer sólo por tres puntos (90-87) en la cancha de un Pozuelo que no atraviesa por su mejor momento de juego, pero que sigue entre los mejores.

La dinámica del Alcúdia invita al optimismo. En lo que llevamos de segunda vuelta, sólo el Sabadell (74-72) ha podido frenar en seco a un bloque cuyos números han ido en aumento. Doncel La Serena y Drac Inca sufrieron en sus carnes el poderío defensivo del mejor equipo en este campo -encajan 71,8 puntos por partido-. En este aspecto, la labor de Robert Joseph resulta elemental bajo los tableros, pero el haitiano no es el único culpable del brillante estado de forma del Alcúdia, que frente al Rayet Guadalajara dispondrá de todo su arsenal para alcanzar la duodécima victoria.