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Héctor Cúper ha arrancado el año con fuerza, con una intensa carga de entrenamientos y con una decisión que ha causado sorpresa y cierto revuelo en el vestuario. El entrenador del Real Mallorca regresó de las vacaciones navideñas con las pilas cargadas y con la palabra trabajo subrayada en rojo en su agenda. El técnico argentino ha diseñado una concentración sorpresa que comenzará esta tarde, al término de la sesión vespertina, y que se prolongará hasta el próximo miércoles, incluida la Noche de Reyes, con dobles sesiones de trabajo en la Ciudad Deportiva y tres noches en el Hotel Melià Victoria de Ciutat. Los jugadores podrán pasar el mediodía en sus respectivos domicilios. Héctor Cúper, que dirigió ayer su tercer entrenamiento post-navideño -el equipo balear fue el único de la Liga que se ejercitó en la mañana de Año Nuevo-, ha recalcado desde su llegada a la Isla a comienzos del pasado mes de noviembre su intención de realizar una mini pretemporada para fortalecer la convivencia del grupo y añadir una carga más al manual de trabajo.

La decisión del técnico de Chabas cogió por sorpresa al vestuario, un grupo que ha acogido la noticia con división de opiniones. Luis García, por ejemplo, comparte la opinión del técnico: «Nosotros, como profesionales, debemos acatar a las órdenes demíster. Está claro que cuando las cosas no salen bien, hay que trabajar más y, en este sentido, creo que esta concentración puede ser positiva», recalcó ayer el delantero asturiano a este periódico. Para Luis García, el año ha comenzado con «ilusiones renovadas» y una carga más de trabajo que la plantilla está asimilando: «Hemos comenzado el año con ganas, con más esfuerzo y con la mentalización necesaria para afrontar esta delicada situación y abandonar las posiciones de peligro lo antes posible». El atacante isleño recalca que el técnico «no nos ha dado ninguna explicación», pero aclara que «está en su derecho de hacer lo que crea más oportuno para el equipo. Nadie se va a tirar piedras contra su propio tejado y si emíster considera que estar tres días unidos es beneficioso, adelante. Como si nos concentra un mes...».

El riojano Jorge López, por su parte, cree que es una decisión propia de la situación: «Los futbolistas sabemos que cuando las cosas van mal, se suele recurrir a este tipo de situación. Hay que verlo como una decisión del entrenador y ya está. El equipo está trabajando bien y mucho, pero lo que ocurre es que no ganamos partidos». Jorge López no cree que el problema del grupo esté localizado en la falta de trabajo o de unión: «Al equipo no le falta ni más trabajo ni más unión. Es evidente que no estamos dando el rendimiento que se esperaba o el que esta plantilla ha dado en las últimas temporadas, pero no por falta de trabajo». Jorge López, no obstante, se muestra optimista: «Todavía hay tiempo para rectificar. Hemos empezado el año con ilusiones renovadas y con todas las ganas del mundo para rectificar nuestra trayectoria y enderezar el camino». Francisco Javier Farinós, por su parte, indicó que «no lo esperábamos, pero tampoco nos sorprende porque el técnico ya nos avisó que estuviéramos preparado para cualquier cosa». El centrocampista valenciano cree que al equipo «le hace falta trabajar más» y insiste en la capacidad de mejora del grupo en este inicio del nuevo año para «salir de la zona delicada».