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0
Oporto 0
Once Caldas 0

OPORTO: Vítor Baía; Seitaridis, Jorge Costa, Pedro Emanuel, Ricardo Costa; Costinha, Diego, Maniche; Derlei, McCarthy y Luís Fabiano.
Cambios: Carlos Alberto por Derlei; Quaresma por Luis Fabiano y Nuno por Vitor Baía.

ONCE CALDAS: Henao; Rojas, Roller Cambindo, Vanegas, Edwin García; Velásquez, Fabbro, Viafara, Soto; Diego Arango y De Nigris.
Cambios: Caetano por Roller Cambindo, Díaz por Diego Arango y Alcázar por Soto.

Àrbitro: Jorge Larrionda (URU) mostró tarjeta amarilla a Arango, Diego, Fabbro, Jorge Costa, Seitaridis y De Nigris. Tarjeta roja y expulsión a Diego por acumulación, tras la transformación de un penalti.

Tanda de penaltis:

Vanegas: gol. Diego: gol. Alcázar:gol. Carlos Alberto:gol. Viafara:gol. Quaresma: gol. De Nigris: gol. Maniche: falló. Fabbro: falló. McCarthy: gol. Velásquez: gol. Costinha: gol. Díaz: gol. Jorge Costa: gol. Caetano: gol. Ricardo Costa: gol. García: falló. Pedro Emanuel: gol.

Incidencias: final de la vigésimo quinta y última edición de la Copa Intercontinental que se disputó en el Estadio Internacional de Yokohama, en Japón, ante unos 70.000 espectadores.

Efe|YOKOHAMA (JAPÓN)

El campeón europeo, el Oporto, se alzó ayer con la Copa Intercontinental, la segunda de su historia, tras ganar en los penaltis a los colombianos del Once Caldas, en un partido que dominó y en el que le anularon dos goles de Benni McCarthy. El penalti marcado por Pedro Enmanuel dio la victoria al equipo que dirige el español Víctor Fernández después de que fallase Maniche, por el lado portugués, y García y Fabbro por el lado colombiano.

El Oporto fue superior al Once Caldas en un partido lento y que transcurrió mayoritariamente en el medio campo de los colombianos y en el que los portugueses dispusieron de numerosas ocasiones para marcar, pero sin éxito, en parte por la actuación del portero Henao, que fue la mejor arma del equipo latinoamericano. El Oporto jugó con paciencia, sin velocidad, pero con iniciativa, mientras que el equipo colombiano se limitó al juego defensivo y cerrado, prueba de ello es que en 45 minutos remató en una sola ocasión a la portería de Baía.

El equipo de Fernández buscó el gol y, a pesar del desgaste físico de los jugadores, no decayó, movió bien el balón intentando ganar espacio en la barrera defensiva de los colombianos, que se mostraron rápidos en el contraataque pero no lograban concluirlo. Tras el descanso ambos equipos entraron con la misma energía que en la primera mitad, el Oporto siguió dominando el encuentro, aunque sin desplegar un juego brillante, y con la mala suerte cara al gol, tuvo cuatro balones en el poste y un gol anulado en el minuto 60 a McCarthy.