El tenista mallorquín de 18 años, que derrotara en el
antecedente de este torneo disputado el pasado año en Valladolid,
también sobre superficie rápida a Moyà, hizo lo propio en la
capital leonesa ante 6.500 espectadores que disfrutaron del
«partido del morbo» entre los dos triunfadores de la Davis.
La cita leonesa se quedó sin cabezas de serie, tras perder en la
primera semifinal Feliciano López ante Verdasco y hacer lo propio
Moyà ante Nadal, que sigue ampliando su duelo con su amigo al que
ya ha vencido en tres ocasiones frente a una derrota en Umag.
Las claves
Tan solo le hizo falta romper en dos ocasiones el servicio de su
rival para deshacerse de un Moyà que al final reconocía haber
perdido «ante un gran jugador, muy completo en este tipo de pistas,
que además ha mejorado su servicio, con excelentes derecha y revés
y sin agujeros desde el fondo de la pista». Con esta variada gama
de juego, el joven prodigio mallorquín solventó cualquier mínimo
contratiempo, para vencer en el primer set por 6-4, tras romper el
servicio de su rival en el quinto juego.
El segundo set caminaba por los cauces de igualdad. Cuando todo
parecía conducir a un final de muerte súbita, surgió el genio de
Nadal, en la segunda ocasión de que dispuso sobre el servicio rival
y con un precioso contrapié tras una dejada en la red, lograba su
objetivo, que certificó como un huracán en el décimo juego en el
que acabó arrollando a Moyà. Verdasco ya le espera en la final.
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