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Lotina y Cúper cruzan sus métodos, unas pizarras cargadas de orden, músculo, seguridad defensiva y efectividad en ataque. Dos futbolistas representarán hoy en Montjuïc ese papel de primer defensa y último delantero, un mandamiento de obligado cumplimiento en la doctrina de ambos técnicos. Situados en la punta de sus respectivos equipos, sobre las espaldas de Raúl Tamudo (Santa Coloma, 1977) y Andrija Delibasic (Niksic, 1981) recaerá el peso de abrir la muralla rival.

Raúl Tamudo es el azote del Mallorca. Rápido, escurridizo y efectivo, el delantero de Santa Coloma, criado en las minas del Hospitalet y que vivió dos cesiones -Alavés y Lleida- antes de asentarse en el Espanyol, le tiene tomada la medida al Real Mallorca. Cinco de los últimos seis goles blanquiazules al grupo balear llevan su firma, una racha que se estira hasta los siete tantos si contabilizamos las cuatro campañas precedentes. Tamudo abrió el tarro hace cuatro temporadas, en el estadio de Son Moix, al marcar el primer tanto espanyolista en Palma, en un partido que acabó en triunfo del Real Mallorca (3-2). En la siguiente campaña se repitió la historia. Tamudo volvió a ver puerta en Son Moix, pero tampoco le sirvió para mucho, ya que la escuadra balear conquistó los tres puntos (2-1). La Liga 02-03, Tamudo selló su primer gol en Montjuïc. El hábil delantero catalán colaboró en el triunfo blanquiazul ante el Mallorca (2-0). Oscar García anotó el otro tanto.

Pero fue la pasada campaña cuando Tamudo se erigió en la pesadilla de la defensa mallorquina. En el partido de la primera vuelta, disputado el 4 de enero del presente año, la conexión De la Peña-Tamudo destrozó a la zaga isleña. Lo pelat asistió y eotro Raúl sentenció con los dos goles del partido (2-0). El ariete catalán repitió doblete en la segunda vuelta, en un partido extraño. El Espanyol ganaba 0-2 a la media hora de juego, con dos goles de Tamudo, pero el Mallorca, con un Samuel Etoo espectacular en su despedida en Palma, remontó tras el descanso para imponerse 4-2. Recién cumplidos los 200 partidos en Primera División, donde irrumpió en la primavera del 97, con apenas 19 años, es uno de los mejores artilleros en activo de la categoría. Ya ha superado la barrera de los 80 goles con unos números de lujo en las últimas campañas. Y es que encadena cinco años consecutivos marcando al menos 10 goles, algunos de ellos al Mallorca. Fernando Niño e Iván Ramis deberán estar atentos a las pillerías de Tamudo.

Andrija Delibasic capitaliza la mejoría del Mallorca de Cúper. El ariete montenegrino no tiene la técnica de Zidane, ni la explosividad de Ronaldo, ni la magia de Ronaldinho. Pero rebaña el balón en cada partido, no se da jamás por vencido y desquicia a la línea de fondo rival con su infatigable presión. Su espíritu de lucha el pasado domingo ante el Numancia, cuando obtuvo la recompensa a su esfuerzo con el gol que allanó el camino de la remontada, fue premiado con una ovación de gala de Son Moix cuando Héctor Raúl Cúper le reemplazó por Jesús Perera.

Desde su llegada a la isla hace ahora un año, las lesiones le han privado de una regularidad necesaria para triunfar. Deli persigue hoy en Montjuïc su primer gol a domicilio.

Es curioso, pero el ex delantero del Partizán se ha movido a base de impulsos. Si la pasada temporada consiguió sus cuatro goles como visitante (La Romareda, El Sadar, Nou Camp y Zorrilla) este año todavía no ha podido regresar de ningún desplazamiento con un gol en su equipaje y ha firmado sus tres tantos en el estadio de Son Moix ante Málaga, Barcelona y Numancia. Con 7 goles en 25 partidos de Liga desde su llegada a la Isla en el mercado de invierno de la pasada temporada, 16 de ellos como titular, Delibasic espera explotar su talento en la segunda parte del curso y afianzarse junto a Luis García, el pichichi con 5 goles, en el ataque balear. La llegada de Okubo y la alta de Correa amenaza en el horizonte...