El reto de Montjuïc

Carlos Montes de Oca
Héctor Cúper tiene una deuda pendiente con Montjuïc. El entrenador del Mallorca regresará mañana al estadio Lluís Companys, el único escenario del fútbol español que ha pisado en el que no ha dejado su firma en el libro de visitas. Ni siquiera un punto ha podido rascar el técnico argentino en sus cuatro visitas al hogar del Espanyol. Perdió los dos partidos que dirigió desde el banquillo visitante del Mallorca (1-0 en las temporadas 1997-98 y 98-99) y también dobló la rodilla bajo la dirección del Valencia (3-2 en la 99-00 y 1-0 en la 00-01). «Parece increíble, ni un punto he podido conseguir allí. Es un estadio que nunca se me dio bien, pero siempre hay una primera vez para todo y mi deseo es que sea en este partido», respondió ayer el técnico de Chabas cuando fue preguntado por sus números en Montjuïc. Cúper aseguró la presencia de Miquel Angel Moyà y del venezolano Juan Arango «entre los dieciocho» pero no desveló la titularidad del portero mallorquín porque, aunque lo tiene decidido, prefiere alargar la incertidumbre porque «ellos todavía no lo saben». Si el técnico no trastoca el ensayo del pasado jueves, Moyà regresará a la portería mañana en Montjuïc en perjuicio de Westerveld, titular desde su llegada. Superioridad El Mallorca persigue su segunda victoria de la temporada, una racha que no ha conectado en toda la temporada, ante un rival en forma, empatado a puntos con el Real Madrid en la segunda plaza y que sólo ha perdido un partido en su estadio: 0-1 ante el Barcelona. «Debemos hacer dos lecturas, si miramos la clasificación es evidente que estamos hablando de una increíble superioridad de un equipo a otro, si miramos lo que realmente importa en el fútbol, cómo juegan los dos equipos, qué hace, virtudes y defectos, yo diría que será un partido muy complicado tanto para ellos como para nosotros», señaló el técnico. Cúper explicó que el Espanyol está en un gran momento, y aunque su alto rendimiento es una sorpresa, también es una realidad. «Es un equipo humilde, trabaja mucho con individualidades muy buenas, tiene variantes, velocidad, técnica y experiencia por eso están donde están. Pero nosotros tampoco seremos un equipo fácil para ellos», reiteró. Aunque ya han trascurrido seis días, la onda expansiva de la espectacular remontada del pasado domingo ante el Numancia, cuando el Mallorca levantó un 0-2 en los diez últimos minutos del encuentro, sigue presente en el ambiente. «No sé si fue un milagro. Es cierto que tuvimos una cuota de fortuna notable, pero tampoco es que el rival nos estuviera arrollando. Nosotros perdíamos 0-2, el equipo no jugó bien, pero conservó su identidad, una manera, un estilo, una conducta hasta el final. Jugamos mal, pero el equipo no se comportó con anarquía y eso fue lo más positivo de todo. Evidentemente eso sucede una vez cada año o cada dos años, pero yo como jugador llegué a remontar un 0-4 en el segundo tiempo para acabar ganando 5-4. El técnico, que era Griguol, estaba casi cesado al descanso y después ganamos dos campeonatos con ese entrenador. Esto es el fútbol. A veces se gana en diez minutos o se pierde un partido en el descuento. No me gustaría que fuera siempre así, pero llegó así y ya está». Diferencias El técnico mallorquinista espera un Mallorca diferente en Montjuïc: «Los partidos no son todos iguales, son diferentes. Será otro encuentro y espero que nosotros realicemos otro partido». A propósito de la mejoría de las últimas jornadas -el equipo es séptimo en una clasificación parcial desde su llegada- Cúper se muestra satisfecho de la entrega de sus hombres: «No todos tienen que ver si hay mejoría o no. El aficionado quiere que su equipo gane, sume los tres puntos y salga de una zona de riesgo. No le podemos pedir mucho análisis. Al equipo debemos reconocerle su máxima entrega. Después puede haber algún silbido porque se juegue mal, pero entonces habrá que silbar al entrenador, que a lo mejor le está pidiendo que hagan eso. Lo que quiere un aficionado es que el equipo se entregue totalmente a una causa. A veces se puede jugar mal, regular o muy bien pero lo que más se ve en un equipo de fútbol es si se entrega o no se entrega».