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F. Fernández
Las sorpresas no entraban en la agenda de la FIBA, cuya cúpula solucionó por la vía rápida el trámite de la elección de la sede del Eurobasket 2007. España, Polonia y Lituania eran las candidatas, y la candidatura olímpica de Madrid 2012 era uno de los grandes avales de un proyecto en el que Palma de Mallorca ocupaba un lugar destacado como subsede. La capital concentra los puntos claves del evento, aunque Ciutat, Granada y Alicante completan las bases de un proyecto que colma las aspiraciones deportivas de Govern y Ajuntament de Palma.

La colaboración entre ambas instituciones, y la conexión con la Federació de Bàsquet de les Illes Balears y la FEB han llevado a cumplir uno de los principales retos de la legislatura. No en vano, uno de los acontecimientos de mayor repercusión del planeta aterrizará de lleno en la Isla. Será entre los días 7 y 16 de septiembre, y el escenario elegido será el velódromo y pabellón multiusos de Son Oms, que meses antes habrá albergado el Mundial de pista. La delegación española aterrizó en Tallin (Estonia) con la confianza de poseer argumentos de peso para salir victoriosa.

El flamante y recién elegido presidente de la Federación Española, José Luis Sáez, trazó una táctica que llevó a un acuerdo con las otras dos aspirantes. Por el mismo, España asume el papel de organizador del Eurobasket 2007, mientras que Polonia y Lituania, por este orden, optarán con ventaja por la concesión de las citas de los años posteriores (2009 y 2011). Todo ello provocó que ni tan sólo se tuviera que someter a votación una decisión ya cantada y que no generó ninguna duda entre los dirigentes de la FIBA, que por aclamación devolvieron a España -actual subcampeona continental- a la primera página del deporte de la canasta.