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El «efecto Cúper» ya se ha hecho notar en el entorno mallorquinista. El club parece haber recobrado la ilusión perdida en las nueve primeras jornadas de liga y con la llegada del técnico argentino todo ha tomado un aspecto mucho más luminoso. En apenas un día y medio de trabajo, el entrenador ha conseguido barrer casi todas las dudas que acechaban a la plantilla y a falta de empezar a ver los resultados sobre el campo, el entusiasmo ha vuelto a hacer acto de presencia en los campos de Son Bibiloni. Ayer bastaba con pasar por el recinto para comprobar la expectación que ha generado entre la hinchada el regreso del entrenador, ya que la masiva presencia de aficionados colapsó el parking de la Ciudad Deportiva en una estampa muy poco habitual en los últimos tiempos.

Cúper ha demostrado que llega a la Isla dispuesto a trabajar para exprimir los recursos de su vestuario y después de la toma de contacto que mantuvo con el plantel después de su presentación oficial, dispuso una sesión doble para comenzar a inculcarle sus valores a un grupo de futbolistas muy diferente al de su anterior etapa. La primera parte de la jornada estuvo exclusivamente dedicada al aspecto físico. Juan Manuel Alfano, preparador y mano derecha del técnico en su relación con los futbolistas, tenía preparada una paliza física para sus hombres en la que el balón apenas apareció en ningún momento.

Mientras los guardametas del plantel trabajaban junto a Joan Mesquida, el argentino se hacía escuchar por la plantilla y dialogaba con sus hombres según sus posiciones en el campo. Ya por la tarde, el plantel profundizó en el trabajo, ya que los próximos compromisos ante Sevilla y Lanzarote son los que marcarán el futuro más inmediato del cuadro balear. Acerca del estado actual del vestuario, El profe Alfano comentaba que tras la primera parte de la jornada había encontrado una «buena respuesta» por parte de los miembros de la caseta isleña y que durante estos primeros días tratará de «conocer la plantilla lo mejor posible».