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A. Aguiló / Efe
España se ha ido diluyendo en esta Olimpiada de Calvià de una forma incomprensible y, al final, sonrojante. Ayer, en la penúltima jornada, el combinado estatal sufrió una derrota humillante, 1,5-2,5, con Uzbekistán. El baluarte del equipo, Paco Vallejo, pagó el cansancio y el esfuerzo de toda la competición y perdió su primera partida. Quizás ha recaído demasiada responsabilidad sobre él, a pesar de que la ha asumido con solvencia. Pero para aspirar a estar entre los mejores, no se puede confiar en las posibilidades de un sólo hombre. En esta competición se esperaba la aparición de un Shirov que ha tenido una actuación discretísima.

Los aficionados españoles esperaban una amplia victoria de su selección con Alexei Shirov, Paco Vallejo, Miguel Illescas y Julen Arizmendi en liza. Uzbekistán era un equipo muy inferior al español aunque jugara contra Shirov el vigente campeón del mundo de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Rustam Kasimdzhanov, que de todas formas tiene un ELO de 2650, muy inferior a los 2726 del español.

La primera sorpresa la dio Illescas, que hizo tablas en 11 movimientos con Alexei Barsov, un modesto gran maestro con un ELO de 2471 sin comparación con el del español, que tiene 2626.

Después era Shirov el que tenía que inclinar su rey, en señal de abandono, ante Kasimdzhanov, que quedó superior después de la fase de apertura.

A pesar de la igualdad de material, torre, caballo y cinco peones por bando, la estructura de los peones del uzbeko era superior a la del español.

Shirov perdió un peón y Kasimmdzhanov, un jugador muy técnico, no tuvo excesivas dificultades para lograr la victoria.

La partida de Vallejo, con blancas, era esperanzadora, aunque la posición era aparentemente igualada después de la apertura. Pero el español perdió primero un peón y después un alfil y, a pesar de que tenía un peón pasado en «b6», el uzbeko Saidali Iuldachev impuso su ventaja de material. La catástrofe ya no tenía remedio y menos mal que en el cuarto tablero Julen Arizmendi salvó las muebles al imponerse al maestro internacional uzbeko Anton Filippov. Nadie se explica la actuación de España A, séptimo cabeza de serie, que jugaba en su casa con todo a su favor. España B empató con Chile con tablas de Pablo San Segundo, Javier Moreno, Herminio Herráiz y Víctor Alcazar y España C perdió, 3-1, con Singapur. Perdieron Salvador del Río, Antonio Pont y Antonio Ducros y venció Pedro Mascaro.

Ucrania tiene casi la medalla de oro a su alcance. Ayer empató con Georgia (fueron pactadas las tablas en los cuatro tableros) y saca tres puntos a Rusia que sólo pudo ganar por la mínima, 2,5-1,5, a Cuba, el equipo revelación de la Olimpiada y que sigue en el quinto lugar. Tercera Armenia y cuarta Israel. Las medallas de plata y bronce están más complicadas.

En mujeres, China ya tiene asegurado el oro al vencer ayer a India, 2-1. Lucharán por la plata y el bronce Estados Unidos, Rusia, Georgia y Francia. España A fue arrollada, 0-3, por el potente equipo rumano y España B empató, 1,5-1,5, con Brasil. Tablas de Sabrina Vega, Patricia Llaneza y Paloma Gutiérrez.

La anécdota del día de ayer fue protagonizada, una vez más, por el árbitro principal, el indonesio Ignatius Leong, que ordenó desconectar los tableros electrónicos de los equipos españoles porque no había cobrado el dinero de bolsillo prometido. La organización negó este hecho y ante la amenaza de llevarle a los tribunales y de llamar a la Guardia Civil, Leong ordenó conectarlos de nuevo.

En la jornada de hoy, la última de la competición, Vallejo y compañía se medirán a Finlandia.