Iker Casillas intenta despejar un balón durante el entrenamiento realizado ayer por la selección española en el estadio de Veltra, Lituania.

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Oscar González|VILNA (LITUANIA)
La selección española más combativa de la «Era Aragonés» tendrá la misión, hoy, miércoles, de puntuar en Vilna, frente al intenso frío, un campo en mal estado y un conjunto lituano que ha tratado de sacar ventaja de cualquier aspecto que rodea al partido. Luis blindará a la selección. Si frente a Bélgica tocaba disfrutar, ahora hay que sufrir, porque en el estadio Zalguiris de Vilna no encontrará más que condiciones adversas: un terreno de juego irregular, un balón distinto, una selección que trata de imponer su fortaleza física y temperaturas bajo cero. Por eso, el técnico español dispondrá un conjunto que tiene, como máxima premisa, mantener su meta imbatida, un grupo de jugadores concienciados de que tendrán que arremangarse para anular el juego directo de Lituania. Luis Aragonés reforzará el centro del campo con una doble intención, facilitar el repliegue para controlar los rechaces, una de las jugadas que mayores rentas dan a los lituanos, y asegurar la posesión del balón.

Con tal objetivo, jugará con un único punta; Raúl González, adelantará la posición de Xavi Hernández y fortalecerá el centro del campo con la entrada de Rubén Baraja, junto a David Albelda. En las bandas, es posible que el deportivista Víctor Sánchez sustituya al bético Joaquín Sánchez y Albert Luque, autor del primer gol ante Bélgica, sea titular en detrimento de José Antonio Reyes, con la intención de aportar mayor trabajo al centro del campo. Dadas las circunstancias, el seleccionador español considera que todo lo que sea no perder será un resultado positivo, que acercaría a España al próximo Mundial. Los mismos cálculos echa el técnico lituano, Algimantas Liubinskas, que aspira a finalizar el año con 10 puntos, tras enfrentarse a España y San Marino, pero también se daría por satisfecho si concluye el balance anual con 8 puntos en su casilla. Liubinskas no podrá contar, por lesión, con el defensa del CSKA Moscú Deividas Semberas, que había regresado a la convocatoria por primera vez desde junio de 2003, ni con el delantero del Krylya Sovetov Robertas Poskus, un duro atacante de quien Luis destacó las patadas que daba, que sufrió un accidente de tráfico y aún está hospitalizado.

Su gran «estrella», el ex atacante de la Real Sociedad Edgaras Jankauskas, tiene molestias físicas, pero es seguro su concurso, porque es el máximo goleador, el hombre sobre el que se articula todo el juego lituano. Jankauskas tendrá como compañero en el ataque al delantero del Livorno italiano Tomas Danilevicius.

Regresa, además, al conjunto el zaguero del Torpedo Moscú Mantas Samusevas, que había rechazado jugar con su selección en anteriores convocatorias.

España deberá luchar contra Lituania, pero también contra los elementos, algo que no ha pasado desapercibido en el vestuario. Luque, hérore del partido ante Bélgica, advertía que el equipo «está preparado para todo», conscientes de que será muy difícil jugar al fútbol en un terreno en malas condiciones y ante un rival que le gusta un juego tan directo.

«A mí el juego que me gusta es por abajo y meter goles, pero está claro que también hay partidos como éste y hay que estar preparado para todo», indicó.

El catalán subrayó que todo será muy diferente al choque ante Bélgica del pasado sábado, con «condiciones más adversas, un peor terreno de juego y jugadores menos técnicos pero que van a la guerra y van al límite», por lo que «para ganar aquí habrá que pelear mucho». «Para controlar el balón se va a necesitar un poco más de tiempo, no te van a dejar pensar tanto, pero las dificultades son para todos iguales», comentó al respecto el atacante del combinado español.

Por su parte, el guardameta madrileño Iker Casillas señaló que cualquier resultado que no sea la derrota se puede dar por bueno esta noche ante la selección de Lituania.

«Soy de los que opinan que todo lo que sea amarrar todos los de casa y no fallar fuera pues mejor. Si que es cierto que lo que no sea perder es un paso importante», afirmó ayer el joven guardameta del Real Madrid.

Casillas reconoció que es un partido que «incómoda en general porque es un cambio bastante brusco» con respecto al de Santander, aunque tiene claro que «es lo que hay y habrá que sobreponerse a cualquier terreno».

«Hay demostrar que cuando hay que trabajar y esforzarse también somos capaces de hacerlo y poner todo para sacar los tres puntos o algo positivo de aquí», añadió el cancebero de la selección.