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Un ángel de la guarda le hizo ayer una visita a Samuel Etoo y sus tres acompañantes. Eran las cuatro de la tarde cuando el Mercedes CL65 V12 Biturbo que conducía el delantero camerunés del Fútbol Club Barcelona circulaba por la Vía de Cintura, en la zona comprendida entre las salidas de Puigpunyent y Valldemossa, en dirección al aeropuerto de Palma. La circulación transcurría con normalidad hasta que un error en un adelantamiento lo alteró todo. Por causas desconocidas, el Mercedes colisionó frontolateralmente con un Renault Clio conducido por S.R.C., de 21 años de edad.

Segundos más tarde, el vehículo de Etoo quedó parado en la autovía después de colisionar con las protecciones laterales y de dar varios trompos. El estado del Mercedes, convertido en un amasijo de hierros, hacía temer lo peor. Después de algunos segundos inquietantes, el delantero camerunés, dos amigos y una chica descendían del coche por su propio pie, con el susto reflejado en su cuerpo, pero sin lesiones de importancia. Unos metros más allá, el otro vehículo implicado, que apenas sufrió daños materiales, se detenía en la mediana. Afortunadamente, su único ocupante resultó ileso a pesar de la aparatosidad del choque.

Los miembros de la Guardia Civil actuaron con rapidez y controlaron la situación. Dirigieron el tráfico y la grúa se llevó ambos vehículos a los pocos minutos de producirse el accidente.

El jugador del Barcelona reconoció haber tenido suerte: «Afortunadamente no hay ningún herido y eso es ahora lo más importante», señaló Etoo a este periódico instantes después de producirse el accidente. No es el primer susto de Etoo en los últimos días. El futbolista del Barça se encontraba en la Isla descansando para recuperarse de una gastroenteritis vírica que le obligó a ser ingresado a comienzos de semana en un hospital de París y le impidió jugar ante Sudán.

Al final todo acabó en un enorme susto pero por fortuna sólo hay que lamentar daños materiales y ninguna desgracia mayor. Nadie se hizo un rasguño ni necesitó de intervención médica, aunque el conductor del Renault Clio acudió a la Clínica Juaneda por molestias cervicales.