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Sin apenas crédito a sus espaldas y con la obligación de dibujar la primera victoria del campeonato, el Mallorca B se planta en la séptima jornada del calendario consciente de que se juega algo más que tres puntos.

Echando un vistazo a los números se observa que el filial es el más débil del último lustro, pero los nombres de su plantilla indican lo contrario a pesar de que los resultados le vienen dando la espalda desde que se levantara el telón del curso. Nunca había tardado tanto en despertar el equipo de Cazorla y ya comienza a ser necesaria la reacción porque de lo contrario las dudas se harían más evidentes. Para liberarse de esas cadenas que le aprisionan, el segundo equipo balear se mide en casa al Fuerteventura y arrastra todavía dos asingaturas pendientes: ganar un partido y superar de una vez en casa la portería contraria (Lluis Sitjar, 12.00 horas).

El anterior encuentro en Palma abrió una herida de la que parece que todavía no se ha repuesto el equipo. En aquella ocasión los isleños se enfrentaban al Vecindario y tras exhibir su superioridad frente al tosco conjunto canario se estrellaron en su propia ineficacia y cayeron en una derrota que dañó la autoestima del vestuario después de ver como se habían desarrollado los acontecimientos. Pese a ello, la caída del filial iba a acentuarse más todavía con la visita al nuevo estadio de Gran Canaria, ya que en ese escenario el destino fue mucho más cruel con los mallorquinistas y le despidió con una derrota en tiempo de descuento a consecuencia de un gol en su propia portería.

Con este panorama, el Mallorca B deberá superar sus miedos para hacerle frente a un Fuerteventura que en otras circunstancias llegaría a Palma como un adversario inferior. No en vano, los majoreros se pasean por la categoría con la etiqueta de recién ascendidos y aunque acumulan tres jornadas sin perder no tienen porque ser un rival excesivamente temible.

Ausencias notables
El entrenador mallorquinista, Toni Cazorla, ha vuelto a sufrir esta semana el acoso de las bajas, algunas de ellas determinantes. El técnico no podrá echar mano del madrileño Àlvaro Zazo, expulsado en Las Palmas, además de Dani Camacho, Ernesto y sobre todo Víctor Casadesús. La ausencia poe lesión del delantero internacional será la más importante de un bloque al que de momento le sigue faltando puntería en los últimos metros. El cuadro insular amontona un sinfín de dificultades a la hora de superar la portería del rival y sin la presencia del ariete mallorquín esos problemas se harán más evidentes. Ante ese hueco le tocará al argentino Luciano asumir la responsabilidad goleadora para intentar conseguir su primer gol de la temporada.

Cazorla ha citado a diecinueve futbolistas para el encuentro y han vuelto a la lista algunos jugadores que no terminaban de entrar en el esquema ultimamente. De esta forma, la lista queda formada por Cabrero, Astrada, Campos, Jose, Miguel Àngel, Dani, Tito, Rigo, Souaidy, Xisco, Moreno, Sebas, Rafita, Comini, Javi Fernández, Carmona, Busi, Luciano y Enric Pi. Tres de ellos deberán ser descartados poco antes del inicio del choque.

El Fuerteventura de Bernabé Herráez llega a Mallorca en una posición más cómoda que la de su oponente y avalado por un equilibrio sorprendente. Suma dos victorias, dos empates y dos derrotas, todo ellos gracias a seis goles anotados y otros seis recibidos.

Los canarios no han sumado todavía ningún triunfo lejos de su estadio e intentarán moldear en Es Fortí una actuación que les reporte tranquilidad de cara a conseguir su objetivo de la permanencia. Ahora mismo acumulan un mes apartados de la derrota y pretenden alargar esa racha.

Félix Huerto Orgiles será el encargado de arbitrar el encuentro.