José Antonio Reyes pugna con Sonck durante el partido disputado ayer en El Sardinero entre España y Bélgica.

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España 2
Bélgica 0

ESPAÑA: Casillas (*), Michel Salgado (*), Marchena (*), Puyol (*), Del Horno (*); Xavi (**), Albelda (*); Joaquín (*), Reyes (*), Fernando Torres (*) y Raúl (**).
Cambios: Luque (**) por Fernando Torres; Xabi Alonso (*) por Albelda y Baraja (*) por Xavi.

BÉLGICA: Peersman (-); Deflandre (*), Kompany (**), Van Buyten (*), Deschacht (*); Buffel (*), Clement (*), Bisconti (*), Goor (**); Mpenza (**)y Sonck (**).
Cambios: Doll (*) por Bisconti; Huysegems (*)por Mpenza y Dufer (*)por Buffel.

Arbitro: Kim Milton Nielsen (Dinamarca). Expulsó a Deflandre (m.29) y a Bart Goor (m. 73) por escupir a Xavi. Amonestó a Xabi Alonso y a los belgas Kompany, Deschacht y Goor.

Goles:

1-0. Minuto 59, Luque.

2.0. Minuto 63, Raúl.

Incidencias: Partido del grupo 7 de clasificación para el Campeonato del Mundo de Alemania 2006 disputado en los campos de Sport de El Sardinero ante unos 20.000 espectadores.

Oscar González|SANTANDER

La selección española, con intermitencias en su juego y favorecida por las expulsiones de Eric Deflandre y Bart Goor, logró una victoria sobre Bélgica con la que recuperar el ánimo, que le devuelve la confianza en el futuro y le envía a lo alto del grupo 7.

El joven equipo que presentó Luis Aragonés (24 años de promedio), alternó momentos brillantes con ausencias, pero logró un triunfo que le permite reafirmarse en la idea de que no ha escogido el camino erróneo.

Aupada por el buen momento de Xavi Hernández, el conjunto español ofreció una salida eléctrica, que le ofreció la primera gran ocasión a los 35 segundos, gracias a un pase de Reyes que no acertó a interceptar el meta Tristan Peersman y que Fernando Torres, a la media vuelta, no acertó a concretar en gol.

Fue un cuarto de hora de buen juego, con un punto de sobreexcitación, en el que la selección española mostró una apuesta valiente, con la defensa adelantada, Reyes y, sobre todo, Joaquín bien abiertos a las bandas, y Xavi magistral en la dirección.

Pero Bélgica aumentó la presión, fue a buscar más arriba al rival y, sobre todo, ajustó el marcaje sobre el centrocampista del Barcelona. Suficiente para acabar con la euforia española. Sin una salida del balón tan clara, el conjunto de Luis Aragonés perdió la chispa y, pese a que mantuvo el control del juego, no llegó con claridad, lastrado por la falta de acierto de Torres, demasiado precipitado, y el desgaste de Raúl fuera del área.

La selección belga, que había avisado de su facilidad para montar el contragolpe por medio de Wesley Sonck y Mbo Mpenza, no pasó demasiados apuros, pese a lo cual, España pudo reclamar un penalti de Daniel van Buyten sobre Reyes (m.19).

La expulsión de Eric Deflandre, que en un minuto se ganó dos tarjetas, ofreció más espacio al conjunto español, activó a Reyes, pero no se concretó en gol alguno, pese a que Torres volvió a quedarse solo ante la meta contraria (m.40), pero no acertó a rematar, tras superar al portero belga. Fue su última ocasión, porque Luis Aragonés le sustituyó por Albert Luque, al comienzo del segundo tiempo, cuando el juego español languidecía.

Sin embargo, un error del mejor jugador belga, el joven central Vincent Kompany, que hasta entonces había estado perfecto en el marcaje y la salida del balón, reanimó al equipo español.

Kompany muestra tal suficiencia sacando el balón jugado que asusta hasta a sus compañeros, porque le obliga a ser infalible. Con sólo 18 años es difícil serlo y, su primer error al borde del área, propició un pase de Reyes a Luque que el delantero deportivista, libre de marca, no desperdició (m.59). Fue decisivo, porque Bélgica se precipitó al abismo. Cuatro minutos después, dejó a Raúl solo dentro del área para que rematase de cabeza a gol un pase de Míchel Salgado, y, casi acto seguido, el capitán Bart Goor se ganó la roja directa por escupir a Asier del Horno. España supo, entonces, que había ganado el partido. Aragonés retiró a Xavi y la selección no encontró la goleada que buscaba, porque el árbitro anuló un postrero tanto de Raúl.