Benito Floro, ayer, durante el entrenamiento realizado por el Real Mallorca en la Ciudad Deportiva Antonio Asensio. Foto: MONSERRAT

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Las conjeturas sobre el futuro del Real Mallorca monopolizan titulares y tertulias. Desde que el pasado domingo se consumiera la cuarta derrota balear en la sexta jornada del torneo, un arranque que le ha empujado hasta el fondo del barranco dos años y medio después de su última visita al farolillo rojo, una catarata de interrogantes se ha abierto en el mallorquinismo con el nombre de Benito Floro como epicentro de todas las miradas.

Las constantes rotaciones del entrenador asturiano, que ha alineado un once distinto en cada una de las jornadas; su apuesta por Luis García como única referencia ofensiva; el ostracismo del montenegrino Andrija Delibasic y los cambios de posiciones de jugadores como Farinós o Jorge López, son cuestiones que capitalizan las opiniones de la hinchada. Benito Floro no se esconde, reconoce su preocupación por el discreto inicio de curso, aunque pide tiempo: «La única manera de salir del pozo es apretar los dientes, trabajar a conciencia y olvidarse del entorno», señaló ayer a este periódico el técnico gijonés.

Uno de los argumentos que expone Floro cuando se le pregunta el porqué no alinea a dos delanteros de referencia es su apuesta por sentar las bases del equipo defensivamente: «Debemos compaginar la creación del juego combinativo que pretendemos con la seguridad defensiva. En pretemporada, por ejemplo, jugamos bien pero encajamos muchos goles y eso me sirvió para ver que no puedo crear ese estilo de juego y, al mismo tiempo, dejar lagunas defensivas. Estamos aplicando el sentido común a la creación del estilo de juego», manifestó.

El máximo responsable técnico del Mallorca considera precipitado extraer conclusiones en la sexta jornada de Liga: «Es obvio que nadie pensaba en este arranque tan irregular, con cuatro derrotas en las seis primeras jornadas, pero en la sexta jornada ni se gana la Liga ni se baja a Segunda División. Que nadie olvide que las cosas son como acaban y no como empiezan. Hay equipos que han arrancado muy fuerte que estarán abajo y otros, como nosotros, que hemos comenzado abajo y subiremos. Las lanzas se tornarán en cañas y viceversa. De eso estoy convencido», apuntó.

Floro señala algunas de las causas del deprimente inicio: «El equipo está desacertado por un problema de conjunción. Hay cierta ansiedad en los futbolistas que ya pertenecían a la plantilla porque recuerdan experiencias del pasado y los nuevos se encuentran en pleno proceso de acoplamiento, Pero confío en mejorar».

El técnico asturiano, que ha aprovechado el parón de Liga para incrementar la frecuencia y la intensidad de los entrenamientos con sesiones de mañana y tarde, ve a los jugadores con «ganas de mejorar, de encontrar el rumbo» y considera que sólo hace falta «encadenar un par de victorias para alterar esta dinámica negativa y lograr la estabilidad».

A propósito de su cambio de piezas, Floro apunta que «lo idóneo es tener un equipo tipo, pero hasta que no encontremos el camino correcto, quizás tengamos que atravesar esta circunstancia». El técnico solicita la máxima unión entre «jugadores, medios de comunicación y afición» para inaugurar el casillero de victorias en Son Moix el día 17 ante el Villarreal, su ex equipo: «La única especialidad en relación a cualquier otro partido es que nosotros debemos ganar. Nada más».