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Un interior de Manacor que triunfa en Burdeos; un ariete palmesano que golea en el fútbol escocés; un pollençí criado en Francia que apura sus últimos días vestido de corto en el Montpellier y una veintena de futbolistas que pasean su acento mallorquín por los vestuarios más diversos del fútbol español. Definitivamente, Mallorca abre sus fronteras. Cada verano, más jugadores isleños, cansados de esperar una oportunidad que nunca llega, optan por hacer las maletas, cruzar el charco y probar fortuna en territorio peninsular. En este curso 2004-05, casi una treintena de mallorquines desfilan por el territorio nacional. En la nobleza de la Liga, ocho jugadores isleños copan los vestuarios de Primera División. El portero Toni Prats es el más experimentado. Debutante en la máxima categoría con el Mallorca a comienzos de la década de los 90, el guardameta de Capdepera ha iniciado su novena temporada consecutiva en el Real Betis Balompié, en el que recaló en el verano de 1996 procedente del Celta. La veteranía de Oscar Montiel se mantiene una campaña más, y van cuatro, en el Albacete. El ex jugador de Ibiza, Mallorca y Extremadura ha logrado hacerse con un hueco en la Liga y ya ha superado los 100 partidos en la elite. Epobler Miquel Buades, estancado en el filial, recuperó la ilusión en Albacete y se ha consolidado en el eje de la zaga.

En el vestuario del Sevilla conviven dos mallorquines que coincidieron en las catacumbas del Lluís Sitjar. David Castedo se ha adueñado de la banda izquierda hispalense y ya totaliza 150 encuentros en Primera. La irrupción de Pep Lluís Martí en la máxima categoría ha sido espectacular. Prácticamente inédito en la isla, donde permaneció hasta los 25 años -se marchó al Tenerife- ha alcanzado la madurez y es, a sus 29 años, uno de los centrocampistas más completos del fútbol español. El mallorquín más laureado en la actualidad es Xisco Muñoz. El manacorí puede presumir de ser campeón de Liga y UEFA en la misma temporada. A pesar de la competencia en el ataque ché (Di Vaio, Corradi, Mista, Angulo...) Claudio Ranieri le está dando oportunidades en este arranque de Liga. Dos perlas de la cantera mallorquina se han destapado en los últimos meses. Uno, el portero Gabriel Ribas, ya debutó en Primera con la camiseta del Espanyol en el encuentro de la primera jornada frente al Deportivo. Sólo tiene 18 años. El otro, el delantero Xisco Nadal, hijo del ex futbolista del Mallorca Cuqui Nadal, se estrenó la pasada campaña y este verano ha regresado al Villarreal tras su cesión al Numancia. Suele jugar con el filial.

También en la elite, pero en ligas extranjeras, el nombre de Mallorca está bien representado. El manacorí Albert Riera triunfa en la banda izquierda del Girondins, mientras que el delantero Juan Alberto Ramón golea en la Primera División de Escocia con la camiseta del Partick Thistle, el tercer equipo de Glasgow tras Celtic y Rangers. El hispano-francés Bruno Carotti, nacido en Pollença, apura sus últimos meses de fútbol en el Montpellier. Un escalón por debajo sobreviven media docena de mallorquines. El portero Miki Garro está demostrando su calidad bajo los palos del Ciudad de Murcia, donde comparte vestuario con el lateral izquierdo Toni González. En Gijón, ebinissalemers Rafael Sastre se ha labrado un nombre en el carril diestro, mientras que Julián Robles trata de imponer su clase en el Valladolid de Sergio Kresic. Uno de los emigrantes más rentables es esolleric Juan Ramón Rodríguez, que acumula varias temporadas en el Terrassa, uno de los líderes de la división de plata. Juanmi Gelabert defiende ahora al Córdoba tras pasar por el Sevilla. En Segunda División B, la representación balear es amplia. Al margen de los jugadores que militan en equipo filiales, destaca la presencia de José Luis Rondo en el Castellón, de Toni Muñoz, hermano del valencianista Xisco, en el Novelda y del goleador Josemi en el Badajoz. En Tercera, el ariete Chando, ex jugador del Betis B, defiende esta campaña la camiseta del Reus catalán.