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Desde que Héctor Cúper hizo las maletas y abandonó la isla, los arranques del Real Mallorca han invitado más a la preocupación que al optimismo. Ningún entrenador ha sido capaz de poner rumbo a la tranquilidad en el primer mes de competición, un tramo inicial que tradicionalmente se le atraganta al equipo balear. Si hay que agarrarse a las estadísticas, el grupo de Benito Floro mantiene las constantes vitales de sus predecesores. Desde Mario Gómez a Jaime Pacheco, pasando por Fernando Vázquez, Luis Aragonés, Bernd Krauss o Gregorio Manzano, todos los proyectos bermellones han atracado en la quinta jornada del campeonato con tres derrotas. Es decir, el Mallorca actual presenta los mismos números que en la temporada 2000-01, la mejor de la historia, cuando atrapó la quinta jornada con los mismos puntos (4) que en la actual y finiquitó el curso tercero a dos puntos del subcampeonato; e idéntico bagaje que hace tres campañas, con el alemán Bernd Krauss en el banquillo, cuando se salvó del descenso en la segunda parte del último partido de Liga.

La derrota del pasado domingo en Son Moix ante el Barça (1-3) ha escocido más por las formas, principalmente en la imagen de desidia de la primera parte, que por el fondo. Conscientes de la superioridad azulgrana, el equipo besó la lona al primer bofetón y ya no se levantó, una falta de resistencia que no ha sentado bien en el seno de la entidad. El primer arranque desde que el Mallorca retornó a la nobleza de la Liga fue espectacular. El grupo dirigido por Héctor Cúper totalizó 11 de los 15 puntos posibles, gracias a sus tres victorias y dos empates. Marcó nada menos que 15 goles a favor, encajando 7. La siguiente campaña, 98-99, no le fue a la zaga. El Mallorca presentó una tarjeta de dos victorias y tres empates, 9 puntos, con cuatro goles a favor y sólo uno en contra.

El aterrizaje de Mario Gómez y el traslado a Son Moix lo alteró todo. El argentino perdió los dos partidos que dirigió y Fernando Vázquez ganó dos de sus tres primeros encuentros, es decir, llegó a la quinta jornada con 6 puntos. Luis Aragonés no pudo alterar la dinámica y firmó un triunfo, un empate y tres derrotas en las cinco primeras semanas de Liga. Marcó los mismos goles que en la presente campaña (4) encajando dos más (9). El aterrizaje del alemán Bernd Krauss en el verano de 2001 tampoco significó un cambio de guión. El Mallorca, además, sólo fue capaz de marcar un gol en esas cinco primeras semanas. Con Gregorio Manzano como jefe, el equipo arrancó con dudas, con tres derrotas en las tres primeras jornadas, para encadenar después siete victorias consecutivas. Llegó a la quinta semana con 6 puntos. La anterior temporada, el portugués Jaime Pacheco fue destituido al término de la quinta jornada -hoy se cumple un año- cuando el equipo sumaba los mismos puntos, cuatro, que tiene ahora el conjunto dirigido por Benito Floro. Claro que el año pasado no le había mirado a los ojos a los dos grandes, Real Madrid y Barcelona. El domingo, ante el Levante, arranca la Liga del Mallorca.