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Después de la enésima muestra de conservadurismo del G-3 (el grupo de capitanes del equipo español que forman Arrese, Avendaño y Perlas), Guy Forget introdujo nuevas variantes a la ecuación para que las probabilidades de éxito locales en la eliminatoria de semifinales de la Copa Davis que enfrenta entre hoy y el domingo a España y Francia en Alicante no sean tan elevadas. El capitán del equipo francés ha dejado en manos de un revolucionario la eliminatoria. Fabrice Santoro, que posee el tenis menos académico y más ingobernable del circuito profesional, ejercerá como número uno galo y se medirá en el segundo partido de individuales a Juan Carlos Ferrero. El número uno español, el mallorquín Carlos Moyà, abrirá la eliminatoria a las 12.00 horas con Paul-Henri Mathieu.

Francia alberga cada año el torneo más importante del mundo que se juega sobre arcilla (Roland Garros) y después de que los jugadores españoles hayan profanado constantemente el templo francés en las últimas décadas, Guy Forget ha comprendido que plantear la batalla desde el fondo de la pista es un ejercicio inútil. Consciente de que el G-3 iba a apostar nuevamente por Moyà y Ferrero para los individuales -a pesar de que el valenciano está firmando una pésima temporada y que tanto Rafael Nadal como Tommy Robredo están atravesando un mejor momento-, el entrenador galo ha planteado la serie desde otra perspectiva: desde el descaro de un jugador joven en un momento dulce, y desde la irreverencia y la magía de su tenista más veterano.

El joven descarado es Paul-Henri Mathieu, el rival en el primer encuentro de Carlos Moyà. No hay precedentes, pero es un duelo se decanta descaradamente del lado del mallorquín. Mathieu es un jugador que ha progresado notablemente en los dos últimos años y que se encuentra especialmente cómodo sobre tierra batida, pero ha elegido el peor momento para cruzarse en el camino de Moyà. El jugador balear lleva repitiendo desde el pasado mes de diciembre que su objetivo prioritario para 2004 es la Copa Davis y no parece dispuesto a despistarse para que le corten su racha de victorias. No pierde desde 2001 y ha encadenado nueve triunfos consecutivos.

Más abierto se presenta el segundo partido, el que medirá a Juan Carlos Ferrero y a Fabrice Santoro. No atraviesa el valenciano por su mejor momento y el de Tahití se perfila como el rival menos adecuado para recuperar el ritmo. Santoro pega los dos golpes con ambas manos y combina los golpes liftados con los cortados. Es un jugador al que le gusta moverse cerca de la red y que «llama» constantemente a su rival utilizando la dejada. Es precisamente el juego que no necesita en estos momentos Ferrero. El número dos español es un auténtico muro desde el fondo de la pista, pero va a tener mucho trabajo para superar al francés.

No ha habido novedades en la elección de los tenistas que jugarán mañana el dobles. Rafael Nadal y Tommy Robredo se medirán a los temibles Santoro y Michael Llodra. Dependiendo del resultado de la serie, podrían producirse novedades en los emparejamientos previstos para el domingo.