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El estadio de Vallecas volverá a acoger un nuevo capítulo de la historia del Real Mallorca. En esta ocasión, el recinto madrileño será el punto de partida de una nueva travesía del equipo balear por su torneo favorito, la Copa del Rey. El próximo 27 de octubre el grupo de Benito Floro se jugará ante el Rayo y a partido único la primera bala de una competición en la que ha mostrado lo mejor y lo peor de si mismo durante las dos últimas entregas del trofeo. El cruce entre isleños y vallecanos poco tendrá que ver con aquellos que debían dirimir la posición social de uno y otro a mediados de los 90. Ahora, con el equipo rojillo acomodado entre la elite nacional y con los franjirrojos atascados en el pozo de la Segunda B, el aspecto del enfrentamiento parece muy desequlibrado pese a que el formato de la Copa puede facilitar un combate igualado en todos los sentidos. El Rayo Vallecano pretende salir a flote cuanto antes y frenar la caída libre que le ha llevado a perder la categoría en dos ocasiones consecutivas y que provocó una seria crisis en el seno de la entidad a finales de la campaña anterior. Actualmente trata de regenerarse desde su puesto en el grupo I de la división de bronce española, donde está cuajando un buen arranque de campeonato a la espera de certificar el ascenso en el próximo mes de junio de 2005.

Carlos Orué es el técnico del cuadro madrileño, que hace tan solo unas semanas visitaba la Isla para medirse al filial mallorquinista en el Lluis Sitjar. En ese partido, los rayistas imponían sus argumentos gracias a un gol de su delantero Jurado (0-1) y formalizaban su candidatura a disputar el próximo play off de ascenso además de acreditar la solidez de un bloque experto en moverse en terrenos pantanosos. El último descenso alteró totalmente la fisonomía del vestuario vallecano. Los problemas económicos provocaron el despido de algunos de sus jugadores más emblemáticos -entre otras muchas consecuencias- y la directiva decidió apostar por un grupo en el que comparten espacio canteranos y jugadores experimentados. Nombres como los del guardameta Segura, el brasileño Iriney o los asturianos Geni y David Lago son actualmente los más representativos en el interior de la caseta vallecana.

Los últimos enfrentamientos entre ambos, que se remontan a la Liga 2002-2003, favorecen la estadística del Mallorca, que ese año sumó cuatro de los seis puntos posibles ante el Rayo. En Vallecas, los isleños se impusieron por 1-2 pese a la expulsión de Poli, mientras que en el estadio de Son Moix el resultado final fue de empate a uno. Para el Mallorca será un encuentro cargado de alicientes porque tratará de recuperar el buen aspecto que siempre le ha acompañado en la Copa. En su última participación eliminó al Sabadell (2-4) y quedó apeado en segunda ronda a manos del Levante (2-0) en el estadio Ciutat de Valencia. Hasta entonces, el club rojillo era el único que había superado todas las eliminatorias a partido único.