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No ha sido el mejor año en la vida personal y deportiva de Marga Fullana. La ciclista de Sant Llorenç, la más laureada de la historia de este deporte en nuestro país, decidió poner punto y final a la temporada 2004 tras abandonar en los Juegos de Atenas, pero señala un punto y seguido dentro de su trayectoria profesional. A sus 32 años, Marga vive un momento complejo, en el que precisa del apoyo de todo su entorno y la comprensión de todas las personas que aprecian a una de las deportistas con más carisma de nuestra Isla. Tras renunciar al Mundial de Les Gets y a la última manga de la Copa del Mundo de mountain bike, Fullana se dispone a reflexionar profundamente a lo largo de los próximos meses, siendo sus apariciones públicas contadas. Pese a todo, Marga ha querido dirigirse a sus incondicionales a través de una carta en la que expresa sus sentimientos y avisa de sus intenciones una vez finalice este parón tan necesario como trascendental para entender el futuro de la tetracampeona mundial y medalla de bronce en Sydney 2000.

En la misiva dirigida a sus amigos y colaboradores, la campeona de España de BTT comunica que «tras mucho pensar y razonar, he decidido dar por terminada la temporada 2004. Después de pasar malísimos momentos, sobre todo personales, y de no haberos dado las alegrías que os merecéis, creo que necesito un período de recuperación física y anímica para empezar el nuevo año con las energías recuperadas». Su intención con estas líneas pasa también por hacer que en ningún momento nadie piense «que mi intención es retirarme, debéis saber que queda Marga para rato, y mi intención es dar mucho que hablar por mi rendimiento deportivo».

Al mismo tiempo, Fullana quiere agradecer «profundamente» el apoyo recibido «en los momentos difíciles. Sin vuestro cariño, tal vez mi decisión hubiera sido otra. Prensa, televisión y otros medios: con vuestro apoyo me dáis fuerza para seguir adelante». Especial mención merecen en esta carta los patrocinadores, aficionados, y en definitiva, toda la gente que aprecia a Marga en lo personal y lo deportivo. «Simplemente, gracias por creer en mí...», reza la epístola en su última línea. Toda vez que finalizaron los Juegos Olímpicos, el gran objetivo de Marga para el curso que ha dado por finalizado, el mal resultado provocó que la corredora de Sant Llorenç reorientara las miras. Pese a ser discriminada por la Federación Española, el apoyo del seleccionador nacional, de sus compañeros y de su asistente personal, Georgia, le ayudaron a tomar la salida. Los acontecimientos se precipitaron en las duras rampas del monte Parnitha, pero Marga nunca bajó la guardia y mantuvo el tipo.