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La nueva aventura del mallorquín Toni Manresa en el Dakar 2005 va tomando forma a medida que se aproxima la fecha de la salida. El piloto de Calonge ya ha confirmado su presencia en la próxima edición de la prestigiosa prueba africana y trata de ultimar ahora todos los detalles de su participación. Si la pasada semana el mallorquín visitaba el Consolat de Mar para solicitar el respaldo del Govern, ayer se entrevistaba con Mateu Cañellas, director insular de projectes del Consell de Mallorca, para seguir acumulando apoyos de cara al desafío que arranca el próximo día 1 de enero en Barcelona.

Manresa planteó su proyecto en el Consell y extraía conclusiones muy positivas de su encuentro con Cañellas, que se retomará la próxima semana en un nuevo cónclave en el que deben comenzar a definirse las bases de esa colaboración. «Existe mucho interés por su parte en echarme una mano y espero que todo acabe cristalizando cuanto antes porque necesito cerrar el diseño del camión antes de la última semana de diciembre. En cualquier caso, creo que será un acuerdo beneficioso para ambas partes porque es una buena ocasión para promocionar Mallorca y el resto de islas. Como deportista mallorquín, me gustaría poder llevar en el camión el logotipo de la Comunitat al igual que sucedía con los pilotos canarios que participaban el año pasado».

Manresa comentaba que cualquier ayuda es válida ante una prueba de esta dimensiones, ya que podría aligerar la carga de responsabilidad del equipo y permitirles centrarse unicamente en el aspecto deportivo de la prueba. «Necesitamos un equipo de asistencia porque el año pasado teníamos que revisar el camión nosotros mismos y nos suponía un esfuerzo añadido muy importante y no nos daba la tranquilidad necesaria», asegura. El piloto balear reconoce que en 2005 será difícil mejorar su último resultado -13º puesto en la clasificación de su categoría- aunque confiesa que las variaciones que se han aplicado este año en el reglamento pueden favorecer sus intereses. «Este año los camiones pequeños podemos salir beneficiados, ya que se ha impuesto una velocidad máxima de 150 kilómetros por hora y estaremos todos más igualados. Además, las etapas serán más trabadas y eso puede venirnos bien». El isleño pretende además que su concurso sirva para animar a otros deportistas del archipiélago «porque aquí existe un gran potencial».