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Fernando Fernández|ATENAS
Roser Vives quiere demostrar que su clasificación para la final del Mundial de Barcelona no es fruto de la casualidad. La nadadora del Club Natació Palma es la gran baza del equipo español en los 200 metros mariposa y hoy está dispuesta a demostrar que es una de las mejores especialistas del planeta en una distancia que puede dar alguna alegría al deporte español en breve. Roser llegará a la piscina central del Complejo OAKA pasadas las diez y media de la mañana -una hora menos en España- con la mentalidad clara. Sabe que va a ser muy complicado reeditar el logro del último Mundial, pero va a por todas y pretende, si no se mete en las semifinales buscar el récord de España.

La polaca Otylia Jedrezejczak -poseedora del récord mundial de la especialidad con 2:05.78) acredita el mejor registro (2:06.47), pero en las cuatro mangas clasificatorias puede pasar de todo. Roser tomará parte en la tercera, haciendo valer su tiempo de 2:10.37, el quinto mejor de la serie, en la que también saldrá la australiana Petria Thomas (2:06.79), una de las grandes aspirantes, de la misma manera que su compatriota Felicity Gálvez (2:08.33).

La deportista balear se instalará en la calle dos y desde ese punto buscará una plaza entre las dieciséis mejores, algo que está a su alcance, pero que depende de cómo se desarrollen los acontecimientos en esos poco más de dos minutos de competición extrema en los que pondrá en juego el trabajo de los últimos meses. No en vano, Roser tuvo mala fortuna al quedarse fuera de la final del Europeo por problemas físicos, y en los Juegos de Atenas, en los que debuta dentro de este marco, quiere adquirir una experiencia reconfortante cara a Pekín 2008, donde con 24 años espera echar el resto.