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La arena de Can Pastilla asistió a la última locura de Eric Cantona. El francés, tan genial como díscolo, se dejó llevar por su carácter indomable y perdió los nervios. El comportamiento agresivo marcó su carrera en los campos de fútbol de todo el mundo y, por lo presenciado ayer en la Playa de Palma, no se ha serenado ni cuando juega un partido de fútbol playa. L'Enfant Terrible se encaró con el público durante el partido de la segunda jornada de la Liga Europea que enfrentó a España y Francia (6-4).

 

Cantona, que selló tres de los cuatro goles del combinado galo, subió a las gradas y organizó una trifulca con el público a falta de pocos minutos para la finalización del segundo cuarto. La escena fue esperpéntica y lo que se suponía una matinal de fútbol y diversión, desembocó en un bochornoso espectáculo, con gestos y amenazadas, por el lamentable comportamiento del ex jugador del Manchester United y su equipo.

La mecha de la trifulca se encendió en los estertores del segundo cuarto.

 

Cuando Eloy marcó el 4-2 para el combinado nacional, uno de los espectadores, en plena celebración del gol, lanzó sobre la arena de Can Pastilla un cartón con la bandera de España. El jugador francés Jairzinho recogió el objeto y lo devolvió a las gradas, lo que provocó el enfado de los aficionados y que muchas otras banderitas cayeran al terreno de juego.
Cantona se encaró con el público, pero lejos de contentarse con eso subió a las gradas, acompañado de otros jugadores de la selección francesa, y organizó una tangana hasta que la organización y los propios jugadores españoles intervinieron para que la situación no pasara a mayores.