Cursach y Alemany, en el pádel. Foto: JAUME MOREY

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Luis Aragonés cede. El entrenador madrileño no ha tenido más remedio que ajustarse a la política económica de la entidad y rebajar notablemente sus pretensiones económicas hasta acercarse a los 900.000 euros netos (140 millones de pesetas) que le ofrece el club balear para su renovación. El presidente Mateo Alemany y el agente del técnico, Pepe Navarro, acercaron ayer posturas y hoy mantendrán una última reunión para tratar de alcanzar un acuerdo. En caso de que no exista esa entente, las negociaciones se romperán definitivamente.

Pepe Navarro se muestra más optimista que el pasado viernes, cuando el acuerdo era prácticamente imposible ante las elevadas pretensiones económicas del entrenador: «Soy optimista, pero debemos aclarar algunas cuestiones a la hora de aplicar los objetivos. Se trata de llegar a un equilibrio. Luis Aragonés ha rebajado su caché en una parte importante porque su intención es la de continuar en la isla. De todas formas, si mañana (por hoy) no alcanzamos el acuerdo definitivo, las negociaciones se romperán definitivamente y ambas partes tomaremos nuestro camino. De momento, así como el Mallorca no ha negociado con ningún entrenador, nosotros tampoco hemos hablado con los clubes que se han interesado por Luis».

La decisión del consejo de administración de no mejorar la oferta inicial, adoptada de forma unánime en la reunión celebrada anteayer, desembocó en una reacción inmediata del técnico de Hortaleza. Luis, que reclamó inicialmente 1'2 millones de euros netos para su renovación, optó por una rebaja ostensible en sus exigencias económicas y así se lo hizo saber a su representante. Pepe Navarro se reunió ayer telefónicamente con Mateo Alemany para acercar posturas. «Las diferencias económicas son mínimas, aunque debemos llegar a un equilibrio definitivo. Mañana (por hoy) es el día definitivo: o cerramos la renovación o se rompe todo».