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El Alcúdia se ha marcado como gran objetivo jugar en la Liga LEB-2 la próxima temporada. El equipo mallorquín, que semanas atrás certificó su ascenso a Liga EBA tras completar una gran campaña, negocia la compra de la plaza que posee el Aracena en esta categoría y de concretarse la operación, su proyecto cobraría una relevancia especial.

Una representación de la directiva isleña, encabezada por el vicepresidente Guillem Alomar, se reunió ayer en Barcelona con el propietario del club catalán, Julio Gálvez, para abordar el traslado a Alcúdia de la franquicia y el acuerdo está a punto de cerrarse. Existe una gran predisposición por ambas partes y Gálvez también se involucraría en el ambicioso proyecto del Alcúdia. El empresario catalán asumiría una parte del presupuesto y tendría peso específico en la confección de la plantilla.

Las pretensiones del club del norte de la Isla son muy ambiciosas y ya se han establecido las líneas maestras del futuro plan de crecimiento y expansión. El primer paso que ha ejecutado la entidad ha sido la contratación del mítico ex jugador del Real Madrid, Carmelo Cabrera, que será presentado hoy como nuevo director general del club. La llegada del canario supondrá un importante paso al frente para al Alcúdia, que con este fichaje pasará a renovar sus estructuras y a fijarse en cotas mucho mayores.