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Al filial le ha llegado la hora de la verdad. El segundo equipo mallorquinista se juega la permanencia definitiva en la categoría de bronce del fútbol español ante un Barcelona B peligroso aunque sin ningún tipo de aspiraciones en el campeonato. A los baleares les basta con sumar los tres puntos o con que el Sabadell no gane su encuentro para certificar una salvación que ha estado a diferente altura según el momento de la temporada (Mini Estadi, esta tarde, 19.30 horas). No ha podido el segundo equipo mallorquinista cerrar el año sin la preocupaciones propias de cada final de campaña. Después de dos años jugandose el tipo hasta el último suspiro, el conjunto de Toni Cazorla parecía ir encaminado hacia la calma tras su espectacular inicio de la segunda vuelta. Sin embargo, los últimos resultados -un punto de doce posibles- han desprovisto a los isleños de un margen de confianza que parecía suficiente para evitar sobresaltos.

De cara a conquistar el feudo barcelonista en una cita tan relevante, el entrenador bermellón recupera de nuevo a Toni González para aportar algo más de solvencia a su bloque. En el capítulo de bajas, sigue sin poder echar mano de Aguado que no se ha recuperado aún de los problemas que sufre en su rodilla. Como él tampoco estará el central José Rodríguez, que no podrá concluir la temporada jugando como consecuencia de una sanción. Por lo demás, el equipo que presente el técnico no variará demasiado del que viene alineando en las últimas semanas.

El Barça B está deseando despedir la campaña porque no se juega nada interesante. Afincado en la octava posición y sin opciones de pisar los puestos de liguilla, el filial blaugrana no atraviesa por un buen momento y las bajas que se adivinan en su equipo de cara a la temporada que viene no han sentado nada bien en el seno del vestuario catalán. En las filas del conjunto barcelonista faltarán algunos jugadores importantes como el sancionado Sergio García, los lesionados Ros y Óscar López o el guardameta Jorquera, que se encuentra a la ordenes de Frank Rijkaard en el primer equipo. No obstante, preocupa que los catalanes intenten echar un cable a su vecino Sabadell y en el conjunto balear quieren evitar a toda costa esa posibilidad.