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Lorenzo Martínez|GÉNOVA
La presencia de Roberto Baggio en la selección italiana, que tras cinco años de ausencia vuelve para su despedida internacional, marca el amistoso que mañana disputarán Italia y España, en el estadio Luigi Ferraris, y que pasa por ser la última ocasión de ambos técnicos para disipar dudas.

Los enfrentamientos entre las selecciones de Italia y de España, los dos países con los campeonatos ligueros más potentes, son todo un clásico del fútbol mundial. Suelen ser apasionantes, competitivos al máximo, duros y en ocasiones polémicos.

Esta vez además contará con el elemento emotivo: la vuelta de Roberto Baggio como «azzurro». Es el adiós del genial jugador al equipo nacional, pues ya ha anunciado que colgará las botas tras la actual temporada y se antoja más que difícil por parte del seleccionador Giovanni Trpattoni que le convoque para Portugal 2004.

Baggio, con 37 años, sabe que llega para dar su adiós como internacional, para ser homenajeado por un público italiano que le tiene como el futbolista más querido. Y qué mejor que un partido ante España: país que le atrae, idioma que habla por sus múltiples periodos vacacionales en Argentina (donde tiene una finca), y con una selección donde está un Raúl González al que admira tanto como es admirado por el madridista.

Por ello, pese a la fatiga muscular sufrida el domingo, que por precaución le hizo quedarse en el vestuario en el descanso, Roberto Baggio hará todo lo posible por jugar. Sin él no habría fiesta. Además, desea poner en aprieto a Trapattoni y buscar una hipotética plaza para el Europeo.

Pero al margen de Roberto Baggio, último italiano en ganar el «Balón de Oro del Fútbol Europeo» (1993) y uno de los últimos genios futbolísticos, el partido entre transalpinos y españoles se presenta con elementos ya por sí mismos interesantes.

Iñaki Sáez, técnico español, ha afirmado que del grupo de Génova debe salir el «90 por ciento» de los que estarán en Portugal. Y ahí se juegan estar algunos de los presentes en tierras ligures.

Si el anterior amistoso ante Dinamarca fue aprovechado por Sáez para examinar especialmente a los «nueves», ante Italia parece que el turno le llegará a las otras líneas. Así, el seleccionador español mirará con preferente atención al centrocampista barcelonista Xavi y al lateral derecho deportivista Manuel Pablo.

Ambos tienen en Génova su ocasión para convencer a Sáez de que deben estar en el grupo que acuda a la cita portuguesa: Xavi merced a su calidad y a una polivalencia que le puede hacer actuar como centrocampista ofensivo o media punta; Manuel Pablo como factible alternativa al teórico titular Michel Salgado.

La alineación inicial española es de momento una incógnita, ya que está previsto que durante el partido se realicen numerosos cambios (se han acordado ocho) y, por aquello del mantener el equilibrio en todo instante, se alternaran seguros titulares en Portugal con alternativas. Las bajas de última hora en defensa obligarán a Raúl Bravo jugar en el lateral zurdo todo el encuentro.

Cambios
En la meta lo probable es que inicialmente juegue Iker Casillas, en defensa que vuelva Helguera, en la medular puede ser Albelda el compañero de Xavi y delante la presencia de Valerón devolvería a Raúl a la punta más adelantada. Para entrar durante el partido quedarían, entre otros, Manuel Pablo, Xabi Alonso, Joaquín, Morientes y Torres. Los cuatro últimos especialmente esperados en Italia, pues forman parte de los sueños de mercado de algunos de los grandes transalpinos.

La Italia que se encontrará España no será la más temible. Trapattoni no contará ni con el 65 por ciento de los previstos para Portugal, bien por problemas físicos, por no estar en forma o por pensar más en el propio campeonato liguero, con un decisivo Milán-Roma el domingo.