Sergio Rodríguez y Javier Bulfoni, dos de las referencias del juego exterior del Drac Inca, sujetan un balón de baloncesto. Foto: MONSERRAT

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Ajeno al éxito y a cualquier dinámica ganadora, el Drac Inca inicia esta noche en el Palau su tránsito por eplay out. No es una experiencia nueva. Ningún equipo de la Liga ha jugado tantas veces a la ruleta rusa. Repite el cuadro mallorquín en la serie por evitar el descenso, cuya nueva entrega le ha emparejado al Ourense Baloncesto. Con el Aracena sepultado, esta eliminatoria -al mejor de cinco partidos- debe definir al compañero de viaje del cuadro catalán a la LEB-2. El registro de la fase regular augura un camino largo e intenso. Se emparejan dos escuadras que han obtenido buenos dividendos actuando como locales, especialmente en la segunda vuelta del torneo, pero que acostumbran a naufragar cuando se alejan de sus respectivos centros de operaciones. Esta es la principal referencia a la que se agarra el Drac Inca, que disfruta del factor pista y también de un equipo más largo. La incorporación del croata Stjepan Stazic no parece haber mejorado en exceso las posibilidades de rotación del Ourense, un equipo donde todo empieza y acaba en su quinteto.

Es éste otro aspecto que puede definir el rumbo de esta guerra por la supervivencia. Al Inca le conviene un ritmo alto, contiendas al límite con objetivos concretos. Es por eso que intentará poblar de minas el camino de Juanjo Bernabé, el jugador que mueve todos los hilos en el Ourense. No hay recambio para el experimentado base del Ourense (31 minutos de media en la fase regular), uno de los argumentos más sólidos del conjunto gallego. Huérfano de tiradores y con un perímetro impresivisible, la productividad ofensiva del COB tiene dos nombres propios: Wright y Shoemaker. Se trata de una pareja versatil dentro de la pintura y que ha aportado un punto de equilibrio. Son dos jugadores fiables. Es un asunto que el Drac Inca también deberá tratar con atención. Young, Ezugwu y Alzamora se enfrentarán a jugadores con menos kilos, pero más rápidos y con muchos recursos.

En plena cuenta atrás, el Drac Inca continúa mirando la enfermería de reojo. Steven Johnson, su díscolo alero titular, ha mandado malas noticias, al igual que Jesse Young. La reciente incorporación del «Pibe» Giménez, que hoy abrirá su tercera etapa en el conjunto de Es Raiguer, puede resolver algunos problemas en etres y acentuar la diferencia que existe entre uno y otro banquillo, aunque se trata de un recién llegado. Nadie sabe si el desorden táctico en el que se maneja el Inca desde que se inició el curso afectará su periodo de adaptación, aunque se trata de un jugador que conoce la Liga y que también acumula mucha experiencia. Giménez es un tipo frío sobre la cancha. Puede jugar cerca y lejos del aro. Eso sí, es un recién llegado.