TW
0

El Real Mallorca quiere reactivar a su hinchada. La victoria en el Manuel Ruiz de Lopera parece haber provocado una bajada de tensión en el mallorquinismo que puede repercutir de forma negativa en las gradas de Son Moix de cara al trascendental encuentro del próximo domingo ante el Villarreal. La cita frente al grupo amarillo es clave para el futuro, aunque en el ambiente no se respira esa sensación terminal de hace dos semanas, en las vísperas del duelo frente a la Real Sociedad. El Mallorca acariciaría la tranquilidad casi definitiva con la victoria -alcanzaría los 39 puntos- o, por el contrario, se metería de lleno en problemas si pierde y el Espanyol gana en El Sadar o el Celta en su visita al Carlos Belmonte.

En ese supuesto, el conjunto blanquiazul se situaría a apenas dos puntos y el grupo gallego, a tres. El Mallorca también mirará de reojo al marcador de Riazor, donde se enfrentan Deportivo y Valladolid, el próximo rival a domicilio del conjunto balear. Para tratar de crear la extraordinaria atmósfera del partido ante la Real Sociedad, con más de 21.000 espectadores en unas gradas teñidas de rojo, la directiva ha puesto en marcha la Operación Son Moix, fijando los precios de las localidades entre 5 y 10 euros.

Aunque los abonados del Mallorca no pagan, desde ayer pueden acceder a las entradas que deseen para, a su vez, facilitarlas a familiares y amigos. Los precios son populares: 5 euros (Fondos), 7 y 8 euros (Tribuna de Sol), 9 euros (Tribuna Descubierta) y 10 euros (Tribuna Cubierta). Para adquirirlas, deberán mostrar el carnet de abonado. A partir del viernes 16 -si no se han agotado ya las entradas- también podrán acceder a ellas el público en general. El Mallorca considera esencial una numerosa presencia de aficionados en Son Moix a fin de conseguir el ambiente necesario para propiciar una victoria frente al equipo amarillo.