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Jesús Manzano, ex ciclista del Kelme, asegura en el quinto y último capítulo sobre sus confesiones de dopaje, recogidas por el diario «As», que ha pensado que se morirá «antes de los cincuenta años». Manzano concluye su denuncia con una somera explicación sobre los motivos que le llevaron a doparse y las consecuencias que los métodos prohibidos tendrán en su organismo. Sobre los efectos secundarios del dopaje en su organismo, Manzano confiesa que es consciente de sus consecuencias. «Yo entré en este deporte con la mayor ilusión del mundo, porque me marqué una meta y trabajé para ganar dinero o llegar a ser alguien... El primer año fue todo de color de rosa. En el segundo empiezas a ver las rosas, pero le quitas los pétalos, y en el tercer año ya se monta un incordio», explica.

«Todo esto tiene efectos secundarios. La hormona del crecimiento se dice que si tienes una enfermedad, es como si la estimulases para que la desarrolles antes. Últimamente he pensado que me moriré antes de los 50 años... Yo trabajo para ganar dinero... Si yo me muero, por lo menos que mi familia quede bien», dice. «¿Cuándo me dopé por primera vez? Pues, en amateur yo no seguía estos tratamientos, en amateur no me he dopado», afirma, aunque admite haber ingerido «cafeína». «De amateur no probé la EPO, ni la hormona del crecimiento..¡Jamás, jamás!», recalca.

«Dicen que esa categoría ahora está podrida, pero yo no lo sé. En mi época, cuando la viví, no lo estaba. Sí tengo que decir, y lo hago sinceramente, que yo, antes de ser amateur, en la vida, jamás, jamás, había tomado recuperantes. Y, en el campo amateur empecé a recuperar. Es decir, con sueros, con cualquier suero glucosado, me ponía dos jeringuillas de 20», asegura. «Yo no escondo nada. Yo no soy un cobarde. Si alguno se siente indignado, que salga y hable», solicita Manzano. «Por supuesto que se podría correr sin doping, pero un ciclista no podría hacer Tour y Vuelta, por ejemplo. Habría cosas que no se podrían hacer porque estarías al límite. Se podría correr, por ejemplo, si las etapas de 200 kilómetros bajaran a 140», opina.