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SON AMAR PALMA 3
TARRAGONA 1

SON AMAR PALMA: Elgueta, Moltó, Saucedo, Pochop, Díaz y Falasca. Líbero: Alexis González. También jugó Juan Carlos Vega.

TARRAGONA: Vladimir Stevovski, Aleksandar Stevovski, Todorov, Da Silva, Vadnov y Aguilà. Líbero: Aguiló. También jugó Rafael Peres.

Àrbitros: Galán y Granados.

Parciales: 25-17 (19 minutos), 25-19 (21 minutos), 20-25 (23 minutos) y 25-20 (23 minutos).

Incidencias: Partido disputado en el Palau d'Esports de Son Moix. 500 espectadores.

Àngel Aguiló

El Son Amar comienza con paso firme su andadura hacia el título de Liga. El conjunto balear asestó el primer golpe a un Tarragona que, visto lo visto, se presenta como mero espectador en esta eliminatoria de cuartos de final.

Del partido, sobró el tercer set. Con 2-0 en el electrónico, los de Bogoevski se relajaron y dieron vida al conjunto catalán, que forzó la cuarta manga.

Los dos primeros actos del choque transcurrieron bajo la soberanía absoluta del Son Amar. De inicio, el conjunto balear planteó un choque muy serio. El bloqueo de los mallorquines fue un muro infranqueable para el Tarragona. Para intentar superar la muralla, el conjunto catalán se vio obligado a forzar en el ataque. Y se suicidó. A punto de finiquitar el segundo set, Bogoevski quiso dar descanso a Elgueta, quién ayer no actuó en plenitud de condiciones físcas. Vega, que ha perdido su estatus de titular, le remplazó.

Y así se llegó a una tercera manga que se aventuraba de trámite. Y eso debieron pensar los jugadores del Son Amar. El conjunto insular estuvo de cuerpo presente y poco más. Mientra, el Tarragona no hizo más que en los sets anteriores. Simplemente aprovechó los errores de los locales. El cuadro catalán llegó a colocarse con 3-8 en el tanteador. El Son Amar intentó reaccionar. Llegó a igualar a 16, pero los errores en la recepción y la ausencia del bloqueo fueron un lastre demasiado pesado.

Para encarar el cuarto acto, Bogoevski dio entrada a Elgueta nuevamente. Con el argentino en cancha, los mallorquines volvieron a coger la onda. Su presencia es básica. Y en muchas ocasiones, como ayer, más que por su juego, por su carácter. Y es que el atacante transmite seguridad y confianza al resto del equipo. Así, la escuadra balear se adjudicó la cuarta manga con la autoridad y contundencia que había mostrado en las dos primeras.

El próximo sábado, en Tarragona, se dirimirá el segundo y puede que definitivo encuentro de una serie que se juega al mejor de tres.